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Urbanismo da vía libre a la instalación de huertos y jardines en las azoteas

La nueva ordenanza permite también montar cafeterías en las cubiertas de hoteles y centros culturales, aunque sin música y deberán cerrar a las once de la noche

Un 'chill out' en la azotea. JOSE CARLOS GUERRA

La nueva Ordenanza Municipal de Edificación de la capital grancanaria da vía libre a la instalación de huertos urbanos, jardines e invernaderos en las azoteas y también permitirá montar cafeterías en las cubiertas de hoteles y centros culturales y de ocio. Estas son las principales novedades de la nueva normativa, que se aprobó el pasado jueves en la comisión de gobierno y será ratificada el próximo viernes en el pleno municipal. La luz verde a la instalación de las cafeterías en las cubiertas de los edificios hoteleros o de ocio viene a dar respuesta a una creciente demanda de muchos empresarios turísticos, aunque no podrán poner música y deberán cerrar a las once de la noche. Algunos ya cuentan con estas instalaciones. Además se regula la creación de solarios y piscinas en lo alto de hoteles y edificios.

El edil de Urbanismo, Javier Doreste, señala que estas son algunas de las innovaciones más importantes que presenta la ordenanza, que se ha creado como un instrumento autónomo del Plan General de Ordenación (PGO), para adaptarse a le Ley del Territorio y las nuevas normas de construcción.

"Se podrán hacer huertos urbanos, siempre y cuando no afecten a la estructura de la edificación, y para el sector de la hostelería es una muy buena noticia. Era contradictorio que no permitiéramos ese tipo de instalaciones cuando en otras ciudades, como Madrid, tienen magníficos restaurantes en su azotea, como la del Círculo de Bellas Artes", señala Doreste, que advierte que tendrán que cerrar a las once de la noche, "porque prima el descanso sobre el ocio".

La posibilidad de crear jardines y huertos contribuirá a recuperar la vida en las azoteas -una costumbre que siempre ha estado muy arraigada en esta ciudad, sobre todo en los barrios-, así como a la mejora del paisaje y el medio ambiente del municipio. En el caso de los huertos, permitirá un ahorro en la economía familiar y consumir productos más ecológicos, aunque sigue prohibido criar cabras, gallinas u otros animales domésticos en lo alto de las casas.

"Esta ciudad", explica Doreste, "siempre ha tenido vida en las azoteas, pero en un momento dado, para eliminar las construcciones clandestinas, se decidió que eran no transitables. Si una persona quería poner un huerto urbano, era ilegal. Ahora, las terrazas o azoteas serán transitables, aunque las construcciones no pueden significar un aumento de la altura ni pueden ser permanentes".

Cuando esta normativa entre en vigor, en las azoteas de la capital se podrán cultivar plantas tapizantes (aquellas especies que recubren el suelo formando una alfombra vegetal), vegetales u otras de mayor tamaño, aunque "deberán utilizarse sistemas adecuados para la protección general del edificio y el mantenimiento de la vegetación". También se podrán instalar pérgolas o toldos.

Las azoteas planas que no son transitables podrán ser vegetales, con plantas que recubren el suelo. "Este acabado vegetal", explica la ordenanza, "será obligatorio en las cubiertas planas intransitables" en aquellos edificios nuevos de uso dotacional o de equipamientos, que tengan una superficie superior a 1.000 metros cuadrados, salvo en los espacios donde se coloquen paneles captadores de energía solar.

Las cubiertas ajardinadas formarán parte de las zonas comunes del edificio y no se permitirá la subdivisión para usos privados", advierte la ordenanza, que añade que "estas cubiertas deberán estar dedicadas a plantación de especies vegetales al menos en un 60% de la superficie no destinada a captadores de energía solar". En las azoteas ajardinadas de uso hotelero, y también en las de utilización colectiva en edificios de vivienda, se permitirán las piscinas-solarios. En los edificios de uso colectivo se da vía libre a la instalación de zonas de sombra por medio de arbolado de porte o elementos desmontables, como pérgolas o toldos, aunque estas no podrán ocupar más de un 10% de la azotea y deberá retranquearse tres metros de la fachada.

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