El 24 de marzo de 1966 el Diario de Las Palmas se hacía eco de la entrega de un nuevo instituto en la ciudad: el Isabel de España. Se trataba del segundo centro educativo público de Enseñanza Media que abría en la capital y lo hacía para acoger al cada vez más numeroso grupo de alumnas que, hasta el momento, recibían clases en el ala sur IES Pérez Galdós. En torno a unas 1.300 estudiantes estrenaron ese mismo año las instalaciones que "según dicen, a los tres meses se quedaron pequeñas y ya no se cabía ni en el patio", cuenta Isaac Cristóbal Godoy Delgado, uno de los directores que ha tenido el enclave. Desde aquellos comienzos muchas cosas han cambiado, si bien 50 años después de su apertura 'el Isabel', como es conocido entre la comunidad educativa, puede seguir celebrando ser uno de los referentes del Archipiélago.
Será mañana, a las 17.00 horas, cuando en su salón de actos la entidad, que actualmente cuenta con 920 alumnos, conmemore la media centuria que ha pasado desde que el que fuera rector de la Universidad de La Laguna, Antonio González González, diese el pistoletazo de salida al inicio de un primer curso que pasaría también a la historia del propio municipio. Aquella jornada del 7 de octubre de 1966 hubo primero una misa en la iglesia de María Auxiliadora, según recogía el Eco de Canarias, a la que siguió el acto académico con el que se inició oficialmente la trayectoria del nuevo instituto en su flamante infraestructura bajo la dirección de Alfonso de Armas Ayala hasta 1975.
Se estrenaron las aulas, si bien la experiencia en lo que a la enseñanza se refiere del Isabel de España tan solo se trasladó de lugar, a pocos metros de sus orígenes en uno de los edificios del instituto matriz, el también histórico Pérez Galdós. "Allí había una sección femenina, y los chicos y las chicas estudiaban por separado", explica José Luis Ardoy Medina, quien estuvo al frente de la dirección del centro la década del 86 al 96. Pero el espacio pronto se quedó corto ante la demanda cada vez mayor de las jóvenes que querían iniciar sus estudios secundarios. Fue así como surgió la necesidad de contar con otro enclave educativo que se hizo realidad unos cinco años después.
El arquitecto Francisco Navarro Borras fue el encargado de diseñar el nuevo edificio que constaba de cuatro plantas y se caracterizaba por un "estilo moderno y práctico, adecuado a los fines de la enseñanza", tal y como recoge el Diario de Las Palmas. En el periódico también se describe que además de la fachada principal hacia Tomás Morales, el centro "posee otro cuerpo posterior, también de cuatro plantas, que da hacia el Paseo de Chil y está separado del anterior por un amplio patio". Sus instalaciones contaban, asimismo, con salón de actos, seminarios para cada una de las asignaturas, varias aulas destinadas a una Escuela Hogar y tres laboratorios dotados de los elementos más modernos del momento. Además de todo esto, en sus primeros años 'el Isabel' disponía de una enfermería que, además de médico, tenía hasta una máquina de Rayos X; así como una capilla de uso polivalente que gracias a unos paneles móviles se transformaba en un salón y que ahora es una sala de juntas. El instituto ofrecía a los docentes de la zona un servicio de guardería que alcanzó tal éxito que "al final a los profesores del centro les costaba encontrar plaza para sus hijos", recuerda divertido Godoy Delgado.
Estas dependencias desaparecieron con la llegada de la Logse en 1990, cuando hubo que adaptar el centro a la nueva normativa. No obstante, el instituto ya había sufrido sus propios cambios desde aquella época de mediados de los 60 en la que "se perseguía el uniforme de las niñas para que todas fuesen acorde a lo establecido en el centro", según comenta Ardoy como anécdota de la rigurosidad de la entidad.
El instituto, que abrió con capacidad para 1.000 alumnas, pronto rebasó el aforo, teniendo que crear, tal y como ya anunció la prensa, una sección delegada para acoger a unas 600 estudiantes más que también estudiarían en tres turnos (mañana, tarde y noche). Más tarde este espacio, que se construyó en las canchas traseras de la edificación, se convertiría en el Santa Teresa de Jesús. Asimismo, en 1984, el Isabel de España pasó a ser mixto. "El primer año los chicos no querían venir aquí", señala otra de las exdirigentes, Emilia Lucendo Abarca. Pero eso tampoco tardó en cambiar y poco a poco las aulas se fueron llenando de caras masculinas. Para aquel entonces, el segundo centro de secundaria de la ciudad ya se había consolidado como un referente social y cultural.
En sus instalaciones se han celebrado congresos y por ellas han pasado en sus últimas décadas personalidades como Rafael Alberti, Nuria Espert, José Luis Aranguren, Carlos Barral, Mario Vargas Llosa o José Luis Sampedro, entre otros muchos. La buena fama que precede al Isabel de España se debe también a su capacidad para estar a la última en materia educativa, gracias también, al gran apoyo del AMPA. El centro introdujo la informática a principios de los 80 "cuando nadie más lo tenía y fue el primero en tener página web propia", asevera Lucendo. En él también se han iniciado proyecto como el denominado Medusa, promovido por el Gobierno de Canarias. "El 'Isabel' siempre ha sido la joya de la corona de la Consejería de Educación", apunta al respecto Ardoy en referencia al carácter pionero que todavía conserva el instituto que, desde comienzos de este curso, dirige Teresa González.
