La Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias ve posible transformar la GC 110 a su paso por los barrios históricos de Vegueta y Triana, siempre que existan informes técnicos que avalen esos cambios de por medio, así lo aseguró Pablo Rodríguez, vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Transportes. "Estamos dispuestos a emprender el camino para ver si es posible declararla de interés no regional, si esto fuese posible dentro del punto de vista técnico". Hasta ahora, el principal escollo para transformar la carretera que cubre el cauce del barranco es la calificación de esta, como vía de interés regional.

Rodríguez apunta que desde el ejecutivo autonómico ven "con buenos ojos" la transformación de una carretera que divide y separa los dos barrios históricos de Las Palmas de Gran Canaria. El nacionalista calificó la idea de "interesante desde el punto de vista político, y positivo para la ciudad y el conjunto de la Isla".

Para emprender cambios en esta carretera se pueden seguir dos alternativas, según el consejero. La primera de esta opciones sería la más factible y rápida, consistiría en adaptar un proyecto a la situación actual de la vía. "Podría transformarse urbanísticamente y reorganizarse para ser una vía con mayores características urbanas y no una autovía como es ahora", matiza Rodríguez. Este planteamiento no requeriría de decretos específicos ni modificaciones legales.

Por otra parte, también están dispuestos a iniciar un proceso para descatalogar esta carretera como vía de interés regional. En este caso, el consejero asegura que habría que tener en cuenta la "incertidumbre" de si podrán contar o no con todos los informes técnicos y jurídicos que avalen la puesta en marcha de iniciativas de gran calado. Además, se trata de un proceso que podría alargarse en el tiempo.

No obstante, Rodríguez afirma que otra opción que se podría contemplar es la de iniciar al mismo tiempo ambas alternativas. Es decir, buscar una solución provisional, factible de realizar mientras la carretera sea de interés regional, y, al mismo tiempo iniciar los trámites para que el tramo de la GC 110 entre Triana y Vegueta se municipalice. De conseguirlo, el Ayuntamiento podría hacer con la vía lo que quisiera. Es decir, solo en este supuesto se podría llegar a levantar la "losa" que cubre el cauce del barranco, una medida que supondría la supresión de esta carretera.

Fue en 2016 cuando la consejería de Obras Públicas recibió por última vez algún tipo de petición por parte del Consistorio para realizar actuaciones en dicha vía. Según Rodríguez, los informes que se realizaron entonces dictaminaron que la carretera tenía que seguir con el mismo estatus actual pero que se podría transformar. "Especifica que no se puede cerrar al tráfico porque es una vía de evacuación de la ciudad dentro de la red de carreteras de interés regional; no obstante, estamos abiertos a buscar soluciones alternativas que permitan la transformación de esa vía que está dentro de la trama urbana y que supone una barrera entre los barrios históricos de la capital grancanaria", señala el titular de Obras Públicas.

Por esto, la consejería está a la espera de nuevas interlocuciones por parte del Consistorio capitalino. La anterior petición tuvo lugar antes del último cambio dentro del gobierno autonómico, cuando la titular de Obras Públicas era la socialista Ornella Chacón, por lo que el también vicepresidente desconoce los motivos concretos por los que no se continuó con el proyecto que entonces presentó el Ayuntamiento de la capital.

Posibles actuaciones

Actualmente la concejalía de Urbanismo de la ciudad, con Javier Doreste al frente, tiene un proyecto redactado de semipeatonalización de la vía. Consistiría en la ampliación de aceras, creación de carriles bici, creación de aparcamientos regulados y mayor presencia de arbolado. De esta manera el coche privado perdería protagonismo frente al disfrute del ciudadano, tal y como ha especificado el propio edil en los últimos días.

Además, sobre la mesa existen otros proyectos que tendrían un mayor impacto. El del arquitecto Joan Busquets data de la década pasada y se paralizó por su elevado coste a comienzos de la crisis. Consistía, a grandes rasgos, en destapar el barranco y crear una gran plaza con una laguna en la desembocadura del mismo.

Por otra parte, el arquitecto José Antonio Sosa ha planteado una serie de ideas que han estado candentes en el debate de varias asociaciones en el último mes. Esta idea consistiría en seccionar parte de la carretera actual y dejar parte de las bóvedas de hormigón a modo de puentes en tres localizaciones. Se trataría de una opción mucho más económica que la planteada por Busquets en 2005.

Para realizar cualquiera de estas dos propuestas el Ayuntamiento necesitaría obligatoriamente la derogación del interés regional de la vía. Puesto que Obras Públicas no puede tocar una carretera de estas características, mucho menos hacerla desaparecer, tal y como ha especificado Rodríguez.

La GC- 110 se construyó a principios de los setenta a modo de autovía para canalizar el creciente tráfico de la capital hacia Tafira y los municipios de Santa Brígida y San Mateo. Para ello se crearon cuatro bóvedas de hormigón sobre el lecho del Guiniguada en su último tramo, entre San Roque y el Teatro, de tal manera que se creaba una barrera entre los dos barrios del casco histórico.

Con la inauguración de la Circunvalación y los túneles de San José en la década pasada el tráfico de esta vía disminuyó drásticamente. "Esa vía ya no tiene la misma importancia del flujo de vehículos que tenía hace 15 años", subraya el titular de Obras Públicas. Por esto, desde la inauguración de estas nuevas carreteras el Ayuntamiento comenzó a replantearse la utilidad de una autovía que cruzaba por medio de la ciudad.

Por su parte, el alcalde de la capital, Augusto Hidalgo, manifestó esta misma semana que municiparlizarla es un trámite muy largo. "En principio, lo único que queremos es que nos autoricen para actuar en la vía actual", señaló.