Una cuarta parte de las emisiones de deuda de Europa están en negativo. No se preocupe de no entenderlo. No lo entiende nadie. Un jefazo del banco de inversiones Morgan Stanley declaraba hace poco que la creencia popular decía que nadie querría prestarle dinero a otra persona y pagarle por el favor. Sin embargo, ya sucede y con nuestro propio dinero aunque no lo sepamos o no lo entendamos cuando nos lo dicen, para poder decir que somos cómplices cuando la situación explote. Entonces, el mismo jefazo de Morgan Stanley declarará que la creencia popular tenía razón, que no hay que buscar acreedores y pagarles por serlo.
Entre tanto, buscaré tiempo esta semana para ir al banco a contratar una hipoteca y que me paguen intereses por ella. Estoy haciendo un contrato para llevar al banco, a que lo firmen ellos, porque si los bancos te pagan intereses por deberles dinero es que al fin ha dado la vuelta la tortilla y la codicia los ha vuelto locos al revés, que no es cuerdos, sino chiflados que se autolesionan y necesitan camisa de fuerza y paredes acolchadas en la caja fuerte, no como las que tenían hasta ahora forradas con billetes.
Mi idea es pedir dinero para un piso en el centro y así tener un piso y unos intereses con los que pagar los gastos de comunidad. No hay riesgo, como el sistema no les funciones los voy a tener prendidos por los réditos y como pasen tres meses sin pagarme por deberles dinero los pienso desahuciar de las oficinas y sólo podrán entrar a dormir al cajero sobre cartones. Para ser mejor que ellos, aceptaré que me den el banco en pago por la deuda. Si casca el sistema, el dinero de todos pagará el rescate, es decir, esa hipoteca y los gastos de comunidad. Si lo que sobra es dinero. El daño que está haciendo el liberalismo silvestre a la economía y a la sociedad es que sobra tanto dinero en manos de desaprensivos que no saben qué hacer con él. Están pidiendo que se lo quitemos.
