Amigo Lucas, te aseguro que nuestro Papa huele diferente a otros muchos que han estado ya por la silla de Pedro. Sí, el hombre no se ha quedado corto en su viaje a América y ha dicho cosas que hacen mascar en seco hablando del medio ambiente y animando a los gobiernos a saber servir a las personas. De verdad que su lenguaje es revolucionario y está haciendo pensar a millones de seres humanos que aman de verdad a esta tierra. Sí, nuestro Pastor nos invita a ser responsables cuidando del suelo y denunciando con valentía a muchos jefes de Estado y a muchos pensadores por su forma de tratar a nuestra casa común, a nuestra tierra. Oye, he sabido que su gran carta sorprendió a Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede, quien admitió: "En 25 años de experiencia, nunca había visto tanta expectación ante la presentación de una encíclica". Todos sabemos que esta preciosa carta no la ha hecho el Papa sólo, sino que ella ha sido fruto de una labor coordinada con muchas personas de distinta condición, incluidos representantes de otras confesiones religiosas. Sé que muchos han valorado especialmente el "trabajo colegiado" del Papa diciendo que el ser humano es capaz de intervenir positivamente en el planeta y que no todo está perdido, pero que es necesario combatir la pobreza y promover la dignidad.
Verás que en la carta el mismo Papa aborda la responsabilidad de los más poderosos, afirmando con valentía: "Los ricos son cada vez más ricos, mientras que los pobres no tienen salidas? No es la pobreza la que destruye el medio ambiente; es la riqueza, el consumo, el despilfarro". Amigo Lucas, anima a la gente a leer despacio la encíclica Laudato Si, que pide un cambio de estilo a los países ricos, inmersos en una cultura de consumo "inmediatista" que a veces pone por delante los beneficios antes que el bien común.
El cardenal Peter Turkson, que es uno de los principales colaboradores del Pontífice, rechazó las críticas de políticos estadounidenses antes de la publicación de la famosa encíclica diciendo que "sólo porque el Papa no sea un científico no significa que no pueda consultar a científicos". De verdad que nuestro Papa Francisco nos pide a todos tener la sabiduría para proteger el planeta, que es un "principio" ético para creyentes y no creyentes, ya que ello debería sustituir a los intereses políticos y económicos. Observa que en la encíclica de seis capítulos el Papa Francisco se enfrenta tanto a quienes niegan el cambio climático como a quienes dicen que no es por culpa del hombre el mal que hay en el planeta. "Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático" y "la humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan". Amigo Lucas, anima a la gente a que tenga presente que uno de los principales asuntos en la encíclica es el de la disparidad de la riqueza. "Dejamos de advertir que algunos se arrastran en una degradante miseria, sin posibilidades reales de superación, mientras otros ni siquiera saben qué hacer con lo que poseen, ya que ostentan vanidosamente una supuesta superioridad y dejan tras sí un nivel de desperdicio que sería imposible generalizar sin destrozar el planeta". Oye, pidamos todos hoy a S. Francisco de Asís, el hermano santo del medio ambiente, que nos eche una mano para todos los humanos gozar con un mundo más limpio.
