Amigo Lucas, de nuevo el día 1 daremos la bienvenida al nuevo año deseando a todos paz, salud y apostando por una sociedad más humana y más solidaria. En el nuevo año que llega desde aquí yo deseo a mi Iglesia y a todas las iglesias cristianas que sean luz sembradora de la buena noticia.
Oye, de paso en el minuto de hoy quiero dar gracias a los teólogos que abren caminos con sus reflexiones que ayudan a seguir de cerca al maestro Jesús y a la misma vez mando saludos a nuestros misioneros, canarios y canarias, que están sembrando incansablemente la buena noticia por esos mundos de Dios.
También a todos Uds., lectores de LA PROVINCIA, en este año nuevo de la fe les deseo que sean todos unos buenos sembradores de paz llena de misericordia como nos pide el papa Francisco.
Amigo Lucas, te pido que reces al Señor para que no nos pille una taquicardia al ver a tanto político que funciona sólo con discursos y con palabras vacías que matan nuestra esperanza y echa una mano fuerte para que nuestra fe no caiga y sea arriesgada mirando siempre hacia adelante sabiendo que quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana.
Deseo que en todo el año que comenzamos a vivir la fe sea un confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas, ya que muchos confían en lo material notando que viven relaciones huecas con sus semejantes.
No olvides que tener fe es buscar y sonreír y dejarse llevar por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su madre. Tener fe es dejar los problemas en manos de Dios y tener el arte de arrojarnos en sus brazos. Tener fe es dar y creer a ojos cerrados y no dejar posada a la duda abriendo la puerta a la llama de la confianza y creyendo en los talentos inmensos que hemos recibido del Padre.
Nada, amigo Lucas, decirte que en este mundo tener fe es levantarse cuando se ha caído. Bien sabes que quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana ya que tener fe es confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas. Acabo felicitándote el año nuevo deseando que te dejes conducir por la fe como el niño que toma la mano de su padre o de su madre. Animo a todos los amigos a poner nuestros problemas en manos de Dios todos los días y a poner en sus brazos nuestras oscuridades ya que la fe nos pide descansar en Él. Oye, feliz año nuevo deseándote que vivas el año de la Misericordia a tope como nos pide el papa Francisco.
