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Opinión

La diferencia entre la UD Las Palmas y la UD Tenerife

Algunos datos de lo que aquí se narra han sido obtenidos de la reseña que el periodista deportivo tinerfeño Juan Galarza publicó en el periódico El Día, de Santa Cruz de Tenerife, después del importante partido que jugaron el CD Tenerife y la UD Tenerife en el Estadio Municipal de La Manzanilla el día 17 de marzo de 1953.

En noviembre del año 1950, en vista de que la Unión Deportiva Las Palmas había ascendido a la Segunda División Nacional por primera vez en su historia, los directivos y aficionados de los históricos clubes Price, Iberia y Real Unión y Norte -Santa Cruz de Tenerife-, Puerto de la Cruz y Herpérides -La Laguna- decidieron que la mejor forma de saltar también a la categoría nacional era mediante una alianza entre ellos, tal como habían hecho en Las Palmas de Gran Canaria Marino, Victoria, Gran Canaria, Atlético y Arenas en agosto del año 1949, constituyendo al que, en un primer momento, se le denominó 'equipo único'. De ese acuerdo entre los equipos tinerfeños sólo quedó fuera, y no quiso formar parte de esa alianza, el actual CD Tenerife.

Esos dirigentes se dirigieron por escrito a la Federación de Fútbol de Tenerife para que apoyara esta idea y así "lograr la formación de un equipo único que pueda aspirar con dignidad y posibilidades de éxito al ascenso a la Segunda División Nacional". Esa iniciativa tuvo la respuesta deseada y a los ochos días justos, concretamente el día 13 de ese mismo mes, se fundó la Unión Deportivo Tenerife.

Los 23 jugadores que integraron la primera plantilla fueron Gorrín, Llanos, Cabrera, Villar, Arbelo y Rojas, del CD Tenerife; Álamo, Grafiña, Mario, Juanito y Tito, del Real Unión; Cándido, Macario y Pedrín, del Hespérides; Sedomir, Eusebio, Toledo, Tosco y Ruperto, del Norte; Rodríguez y Lorencito del Iberia, Chicho y Semán del Price (algunos de ellos jugaron posteriormente en la UD Las Palmas).

El acuerdo daba derecho a que la UD Tenerife participara en la eliminatoria de ascenso, al margen de lo que sucediera en el campeonato local, del que, no obstante, quedó campeón invicto. Su rival en la disputa de la plaza para ascender a esa Segunda División fue el Levante UD, que había quedado penúltimo del Grupo Sur.

El primer partido se disputó el día 13 de mayo, con un lleno absoluto en el Estadio Rodríguez López de Santa Cruz de Tenerife, y el triunfo se quedó en la isla con un gol de Lorencito, que también falló un penalti. Sin embargo, en el partido de vuelta, el día 27 de ese mismo mes, el conjunto azulgrana ganó por dos tantos de diferencia y logró así la permanencia en Segunda, dejando fuera de ella al equipo tinerfeño.

En paralelo, la UD Las Palmas culminó el curso con el salto a la Primera División Nacional al ganar 4-1, en la liguilla de ascenso, al Málaga -entrenado por Ricardo Zamora- en el Estadio Insular.

Este hecho acentuó la desilusión entre los aficionados tinerfeños que estaban a favor del equipo único, la UD Tenerife, circunstancia que aprovechó el CD Tenerife para abandonar la aventura y reanudar su carrera particular, al tiempo que la UD Tenerife se debilitaba. De hecho, este se quedó último en el siguiente campeonato local y se vio obligado a defender la permanencia frente al San Andrés.

El descenso a la Segunda División Nacional de la UD Las Palmas y la nueva posibilidad de promocionar brindada al campeón tinerfeño, reanimaron el ambiente que se encontraba dividido en torno al CD Tenerife y a la UD Tenerife.

Las posibilidades económicas del primero le sirvieron para lanzarse a la Península en busca de jugadores, mientras que, sobre todo, desde el Real Unión y el Hespérides, se decidió concentrar todas las fuerzas en torno a la UD Tenerife que, en esos momentos, dirigía el grancanario que fuera internacional con el Real Madrid, Hilario Marrero.

La UD Las Palmas se volcó con su homónimo tinerfeño cediéndole nueve jugadores, entre los que se encontraban Viera, Juanono, Naranjo, Tatono, y Mujica, entre otros. Además, la UD Tenerife rescató a Roig, con 38 años, que regresó a la isla después de estar ocho temporadas en el Celta de la Primera División Nacional.

El torneo promocional contó con la participación de los equipos CD Tenerife, UD Tenerife y Norte, que abrieron la competición el 8 de febrero de 1953, con el partido entre los dos primeros.

La victoria le sonrió, como local, al Club Deportivo sobre la Unión Deportiva por 1-0, con gol de Óscar y, más adelante, uno y otro se impusieron al Norte, por lo que su nuevo enfrentamiento en el Estadio Municipal La Manzanilla de la ciudad de La Laguna, el día 17 de marzo, era decisivo pues el ganador sería campeón y optaría de nuevo a una plaza para ascender a la Segunda División Nacional.

El estadio se vio abarrotado de seguidores de ambos equipos. Abrió el marcador Paquillo para el CD Tenerife y Roig se encargó de restablecer la igualdad poco más tarde, pero antes del descanso Julito y Antonio, después, terminaron por materializar el triunfo del CD Tenerife, que dos meses más tarde, es decir, en mayo, doblegaba al Orihuela y ascendía a la Segunda División Nacional. Esto supuso la muerte del proyecto del UD Tenerife.

Unos años antes de suceder este desencadenante del proyecto de fundar un equipo único tinerfeño, la UD Las Palmas se vio obligado a jugar la liguilla contra el Marino y Victoria, liguilla que daba derecho a promocionar para ascender a esa Segunda División Nacional.

Pero, a diferencia de Tenerife, aquí ocurrió algo que demostró el 'trato' distinto que le dieron al 'equipo único' los dirigentes de los equipos que se fusionaron. Cuando se iba a disputar el último partido (igual al que se jugó en el Estadio Municipal de La Manzanilla entre el CD Tenerife y la UD Tenerife años después) entre el Marino y la UD Las Palmas, el entrenador Carmelo Campos alineó indebidamente en el primero de ellos a un jugador (Fidel) por si se daba el caso de que el partido lo ganara el Marino poder protestar el resultado y que fuera la UD Las Palmas la que ascendiera siempre, ya que esa era la filosofía y el objetivo que había originado su fundación.

Sorpresivamente sucedió lo inesperado y fue que el Marino le ganó a la UD Las Palmas por 3-1, pero tal como estaba previsto por el ingenio de Carmelo Campos, los dirigentes de la UD Las Palmas protestaron la alineación de Fidel y la Federación de Fútbol de Las Palmas le dio el triunfo definitivo a este último y, con ello, la oportunidad de promocionar a la Segunda División Nacional.

Gracias a ese brillante detalle de Carmelo Campos y a la solidaridad de cinco aficiones rivales, aquel 'equipo único', hoy la UD Las Palmas, está jugando en la Primera División Nacional, en la que ha estado 32 de sus 66 años de brillante historia.

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