Amigo Lucas, el título de hoy me recuerda de cuando siendo yo pequeño mi padre me decía: "Paquillo, abre el ojo?" y luego él me enseñaba con sonrisa el cinto diciéndome que con él se corregían errores, comprendiendo yo que algo feo había hecho. Te confieso que el título de hoy lo veo como buena frase para la Cuaresma porque todos tenemos que abrir los ojos para no ser egoístas, para saber perdonar a los que nos ofenden, para ser cristianos más en serio... Sí, confieso que todavía recuerdo a mi padre levantando su dedo y avisándome que yo había gastado mucha agua, que había desobedecido a mi madre, que había sido egoísta con mis hermanos, y también que había dicho algunos palabrones bien feos en aquellos tiempos?
Oye, verás que si en Cuaresma uno no abre los ojos poco hacemos preparando la Pascua del domingo de Resurrección el día 27. Te confieso que todavía recuerdo las palabras del amigo cardiólogo doctor Vargas cuando el hombre antes de morir me decía sonriendo: "D. Paco, abra el ojo y tome correctamente las medicinas".
Amigo, te puedo decir que si los expertos para que cuidemos el cuerpo nos repiten siempre que tomemos los medicamentos y abramos el ojo, ¿cómo no vamos a animar los pastores a la gente a cuidar del espíritu huyendo de los peligros que matan a la vida espiritual?
Amigo, la cuaresma que va acabando pide que apuntes bien qué es lo que en ti estorba para que lo destruyas en esta tercera semana que nos pide en serio el estar en guardia?
No olvides de animar tu espíritu leyendo la Palabra que nos llama a ir quitando todo lo ruin de nuestra vida? Sí, todos sabemos que hay cosas que en nuestra vida son guarras como mentiras, vicios solitarios, fumar y beber descontroladamente, poner los cuernos a la esposa o viceversa, ser pasivos ante la vida política, quedarnos en cristianos sólo de boca? De verdad que todo esto sí que es crisis que hay que eliminar en Cuaresma.
Oye, aprovecha la Cuaresma como herramienta que ayuda a rezar con más gusto, a compartir lo que tenemos, a ser críticos en el mundo en el que estamos, y especialmente que sepamos abrir el corazón que es donde se esconde lo mejor de una conversión auténtica. De paso te cuento que el otro día di un buen paso confesando con un amigo sacerdote, ya que esta vez me faltó el hermano Policarpo con quien siempre lo hacía.
Amigo Lucas, te pido que le eches una mano con arte a los amigos que ya no aparecen por la iglesia porque sólo piensan en quinielas, en loterías, en el fútbol, en el wasap y también en bebiqueos? Haz que todos miremos con alegría el tiempo que queda de Cuaresma que es como un taller de mecánica que nos afina reponiendo nuestras piezas gastadas. Déjame, amigo lector, cerrar el minuto de hoy terminando con algunos consejos:
1. No te fíes de los cristianos que sólo se quedan en palabras no dando ejemplo con sus vidas.
2. No seas tú un cristiano de los que gustan llevar cruces y escapularios y luego en su vida diaria no tiene compromisos serios con los más necesitados.
3. Recuerda que todos los días Dios te da 1.440 minutos ¿Cuántos le das Tú a Él en acción de gracias con toda tu familia?
