La patronal grancanaria ve anacrónica la Cotmac y quiere su desaparición total. Lo único que piensa es hacer caja rápida y fácil. Importa el ahora, y qué quede de Gran Canaria a nuestros bisnietos, "allá se las arreglen; en esas calendas no habrá ninguno de nosotros por aquí", se dice para sus caletres. Otra cosa no es, queridos amigos, lo de dar vía libre con plena competencia a los ayuntamientos para esquilmar lo que queda de nuestro paisaje invadiéndolo de bloque y cemento. Hipotecar esta tierra a perpetuidad será el modus operandi de los alcaldes listillos en los que solo prima la inmediatez.
Los primeros pasos que dio esta democracia fueron suprimir los Puertos Francos, y no hubo una sola voz que se opusiera teniendo en cuenta la condición canaria de ultraperifericidad, región pobretona y la fragmentación del territorio. Los peninsulares, que venían a hacer turismo para comprar equipos de música, fotos o relojería a bajo precio en los innúmeros bazares hindúes, nunca vieron con buenos ojos la excepción, creyendo que los canarios vivíamos como ricos. Por esto desde que pudieron, con la pasividad de las fuerzas vivas consumaron el expolio. Ante ello soy de los que piensan que justo es no tener lo que no hemos defendido con uñas y dientes y más bien tirado por la borda. Ahora, mendigando a la Metrópoli la actualización del REF canario, supeditados al albur de cómo opine quien gobierna en cada momento. Dicho REF, el presidente Fernando Clavijo lo vende en el exterior con el fin de atraer inversiones, incluso con los beneficios de la Zona Especial Canaria. Les ofrece una fiscalidad directa del 4% a sus inversiones, mientras que las empresas canarias, las de servicio en general aportan el 28% del Impuesto sobre Sociedades; otras, las que desarrollan actividades productivas el 14%, y los ciudadanos de a pie, soportando los mismos impuestos que se pagan a nivel nacional. Es por esto que se oyen voces de protesta del empresariado canario, sobre todo los pequeños y medianos, que ven en estas medidas un agravio comparativo.
Ya se está viendo anuncios convocando una próxima gran manifestación para el cambio de la Ley Electoral Canaria, y NC propone que la comisión de estudio de la misma sea abierta. Román Rodríguez, sostiene que las sesiones de trabajo no deben ser secretas, a pesar que el reglamento del Parlamento así lo contemple. ¿Nos damos cuenta de cómo se bate el cobre en la política canaria? ¡Reuniones secretas, sin periodistas ni cámaras! CC en todo siempre se ha dado maña para tener en propiedad la presidencia del Gobierno, ajustando el valor de cada voto a su favor (el de las Islas menores vale disparatadamente mucho más), por lo que no extraña su frontal oposición a que se revise. Lo grave es que impide que Canarias sea una e indivisible, pasando a mejor vida las actuales siete individualidades. Antonio González Viéitez pregunta por qué se mantiene este sistema electoral. Ve en la Triple Paridad todos los males que hace imposible la Construcción Nacional Canaria. Considera necesario un sistema electoral con una poderosa circunscripción regional, evitando las actuales circunscripciones insulares donde los diputados electos solo responden a los ciudadanos de su propia isla, que es por cierto lo que alimenta el más desaforado insularismo al tiempo que aviva el pleito insular. ¿Ven la paradoja que se da en un partido nacionalista poniendo palos en la rueda para evitar el nacionalismo? Hay quien "nacionalidad" lo tilde de estupidez. Y pienso que tiene razón, porque CC, la derecha más derecha, ¿qué es, nacionalista o insularista? ¡Ah, el insularismo, rémora y pecado de todos nuestros males de convivencia!
A la vista de todo comprendemos por qué Coalición de Tenerife rompió con Coalición de Gran Canaria (lo que provocó el nacimiento de Nueva Canarias) no importándole fracturar Coalición Canaria porque ello le permitía (de los tres en liza CC es quien menos votos tiene), por el sistema electoral vigente, el que gobierna siempre, unas veces con la complicidad del PSC y otras con la del PP. A elección. Pero, al Sr. Clavijo, le ha salido un divieso molesto, uno de los políticos más serios e íntegros de Canarias: Antonio Morales, al cual no doblegará cuando están de por medio los intereses de Gran Canaria. Que CC quiera barrer para casa es normal; lo que no lo es tanto es que se le una el PSC. Con estos mimbres, queridos amigos, el cesto de la Nación Canaria es por completo irrealizable.
