Querido amigo, el sábado por la mañana, cuando paseaba tranquilamente por Triana entre músicos y todos esos artistas que le dan un toque tan multicultural a nuestra ciudad, vi sentado en un banco a un señor mayor que leía la página de contactos en LA PROVINCIA/DLP.
Tenía el periódico cómodamente apoyado sobre su taca-taca o andador, y me sorprendió la naturalidad con la que aquel anciano escrutaba tan escabrosos anuncios con sus espejuelos.
Va a tener razón el calavera de mi concuño cuando dice que la Seguridad Social debería habilitar un servicio de putas para el Imserso...
De ser así, supongo que sería de copago porque en ese oficio se cobra por tiempo de dedicación y, tratándose de viejitos, puede que sean relaciones de larga duración, y alguno se pasará tanto de tiempo que, más que espermatozoides eyaculará espermatosaurios... Todo eso sin contar con el subidón que supondrían esas alegrías para los más veteranos, que se les podría disparar la adrenalina. Aunque si es de copago va a pasar lo mismo que con la carne roja, que ya no se puede comer, no porque tengas la tensión alta, sino porque tienes la pensión baja...
Aunque te cueste creerlo, Gregorio, ya hay en España una organización dedicada a la asistencia sexual. Se llama Tandem Team y no es un servicio de prostitución, es una empresa privada a la que acuden personas con discapacidad física, sensorial o mental. No se trata, por tanto, solo de discapacitados sino de personas que necesitan sentirse dignas y queridas.
Viéndolo de esa forma, no parece que tenga nada que ver con la discapacidad sino con la dignidad humana, pero ese es un debate que tenemos que afrontar en otra ocasión. Permíteme ahora que le quite algo de hierro al asunto.
Hace algún tiempo me invitaron a una sala de fiestas en el puerto frecuentada por gente más bien mayorcita. Las señoras iban muy bien vestidas y luciendo sus encantos con bastante desparpajo, mientras que los caballeros, bien trajeados, se lucían por el plató sin quitarles ojo de encima pero, tanto ellas como ellos, aprovechaban para darse un buen achuchón sin más miramientos. Con razón que a esta discoteca le llaman "La Pescadería" los "profesionales" del ligoteo nocturno, porque todos los que van son pulpos o viejas...
Algunos mayores pueden ser muy susceptibles. Una vez en el Metropol cuando iba a nadar a la hora de "Los Tortuga", ya en el vestuario, uno de este colectivo de veteranos que tiene tanta marcha, fue y le dijo al que salía de la ducha: "Tienes canas en las partes íntimas, viejito..." A lo que el susodicho contestó: "Sí, lo mío son canas, pero lo tuyo son telarañas, viejo chocho..."
Hay que tomarse la vida con buen humor, Gregorio, sobre todo porque, por la edad y las experiencias que has vivido, tienes derecho a reír..., que ya hemos llorado bastante.
Un abrazo, viejo, y hasta el martes que viene.
