Los personajes de Bevilacqua y Chamorro protagonizan por séptima vez una novela suya. ¿Qué aportan estas aventuras con respecto a las precedentes?

En cada título de la saga he tratado de aportar algo distinto, tanto en términos tanto de construcción de los personajes, como en descripción y exploración del mundo en que se mueven que es la realidad española contemporánea. Son unos guardias civiles que tienen su oficina en Madrid y trabajan en toda España Y están muy apegados al momento de cada entrega. Hay autores que rehúyen un poco la realidad inmediata y contemporánea, pero yo hago todo lo contrario: procuro beber de esa realidad en todos los instantes. Cada novela es hija de su tiempo. Y esta es hija del instante actual por el que atraviesa la política española. Mi intención en esta historia es que presentara a los personajes, que fuera una historia policiaca, contando quiénes son los personajes y sus propias biografías.

¿Refleja el momento actual con la brutal crisis económica, los casos de corrupción, etc?

La historia sucede entre el 2011 y 2012 y son años de absoluto hundimiento de la población española. Y ese es el trasfondo de los propios protagonistas, que son funcionarios públicos que padecen los recortes en sus medios y sus nóminas, de la sociedad que rodea al crimen, gente que disminuye sus ingresos, pierden sus trabajos y tienen menos ingresos. El crimen tiene muchas fuentes y, la falta de dinero y el resentimiento de las personas pueden alentarlo.

El 'thriller' es el género más demandado ahora por los lectores.

Sí, hasta hace poco era un género subdesarrollado en el panorama español con respecto al de otros países. Hace unos años se produjo el fenómeno de Stieg Larsson, Millenium, el de un novelista que de repente vende millones de ejemplares, algo que en España es poco común, y descubrió a muchos lectores que la novela negra era una opción y un entretenimiento, de conocer la realidad.

Unos lectores que, quizás, se sorprenderían aún más si leyeran las obras de Truman Capote o Hunter S. Thompson.

Sí, quizás, pero la puerta de entrada a veces puede ser cualquiera. Larsson tiene cosas que me gustan y otras que no me gustan tanto, pero no hay que negar que ha sido muy importante para impulsar el género negro en España porque dejó al descubierto a los editores españoles que la novela negra podría ser una estrella editorial. Antes era la cenicienta.

Tres de sus novelas han sido adaptadas al cine. ¿Cree que por su estilo literario, sus libros resultan más sencillos a la hora de ser llevados a la gran pantalla?

Mi técnica está muy basada en los personajes y ellos se describen a sí mismos a través del diálogo, pero mis recursos narrativos tienen una componente dramático que creo que es bueno para el cine.

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