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La fortaleza de Martín Chirino

La Fundación del escultor grancanario en el Castillo de la Luz, que alberga 25 de sus obras, comienza su andadura hoy - El artista asegura que la muestra "supone un viaje iniciático"

De izqda. a dcha.: Cardona, Nieto, Castaño, Sobejano, León, Chirino, Álvarez y Bolta. JOSÉ CARLOS GUERRA

La colección permanente de Martín Chirino en El Castillo de la Luz adquiere un dimensión similar a la de los grandes centros artísticos que hay en España. Esa sensación se pudo percibir durante la presentación que tuvo lugar ayer en la que el propio artista hizo un recorrido explicativo con los medios de comunicación. Desde el primer momento destacaron los excelentes resultados de rehabilitación y la estudiada ubicación de su obra.

Sólo queda la inauguración oficial de hoy a las 11.00 horas a la que acudirán el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y el de Industria, José María Soria, para que todos los canarios y cualquier persona que visite la Isla pueda disfrutar de las 25 obras que se exhiben en el centro. Sus esculturas, grabados o diseños están distribuidas en diez salas y tres plantas transmitiendo el edificio una sensación tan imponente como acogedora y confortable.

El alcalde de la ciudad, Juan José Cardona; el coordinador de Cultura del Cabildo, Larry Álvarez; el director de la fundación, Jesús María Castaño; el autor del catálogo de apertura, Antonio Puente, así como los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano acompañaron, entre otros, al artista.

Chirino aseguró que todas estas obras resumen "momentos históricos" y ayudan a interpretar el discurso de su vida. "Mi obra tiene gran precariedad, porque soy canario, y representa cierta belleza precaria", por lo que todas ellas están bien situadas en un lugar como el Castillo de la Luz que fue la primera fortaleza de las Islas. El artista señaló que cada vez que siente "controversia" en su vida, vuelve a sus raíces, recuerda su tierra, ya que esas son las cosas que realmente le consuelan. "Es cuando busco sentirme bien de mí mismo y hoy es uno de esos días", aclaró.

Chirino insistió en que la belleza de su tierra tiene limitaciones. No es una belleza objetiva, se parece a si misma y a quien es él. Por lo que suponen una reunión de su "viaje iniciático" en el que va buscando respuestas "al igual que hizo Ulises" con la belleza del espacio donde permanecerán tras una rehabilitación en la que afortunadamente "no hemos caído en el desenfreno de otros lugares", añadió.

El artista aseguró que trabajará con la misma pasión que puso como primer director del Centro Atlántico de Arte Moderno Canario, donde consiguió reunir a los mejores representantes del movimiento cultural de entonces.

Juan José Cardona dio lectura al poema de Mi patria es una roca del canario Nicolás Estévanez -una de las inspiraciones de Chirino-, y confió en recibir apoyo del Ministerio de Cultura para sufragar su funcionamiento. El alcalde ha recordado que el Ministerio de Fomento aportó los siete millones de euros que han sido necesarios para la rehabilitación del Castillo, que es propiedad del Ayuntamiento y habló de la comunión entre el edificio y la escultura de Chirino. "Las obras están en régimen de depósito", aclaró, "pero el Ayuntamiento tiene el compromiso de ir adquiriéndolas de forma paulatina con un presupuesto de 100 mil euros cada año para que al final se conviertan en propiedad municipal". El alcalde también recordó que el problema es su limitada capacidad, "pero estamos pensando en hacer visitas guiadas". El presupuesto en torno a 600.000 euros al año, que sufraga el Ayuntamiento con una ayuda del Cabildo, "pero que podremos recuperar por las entradas y las actividades que podamos realizar", añadió.

Jesús María Castaño indicó que con la Fundación se quiere presentar al mundo el legado y la filosofía de Martín Chirino, que tiene como leitmotiv "menos es más". Desde la Fundación también se pretende catalogar toda su producción artística, así como servir de plataforma permanente de pensamiento y medio para dar a conocer el arte canario. "El maestro fue guardando obras, que nunca estuvieron a la venta, y que han sido seleccionadas por él para este espacio", recordó. Tras dos meses de visitas gratuitos, hasta junio, las entradas tendrán un precio general y reducido. "Hemos contado con la previsión de turistas y lo queremos encauzar a través de un proyecto con el ayuntamiento".

El arquitecto Enrique Sobejano señaló que hay ocasiones en que se hace un proyecto para una obra o viceversa, "pero aquí coincide que ambos se funden muy bien. Teníamos bien claro que esta tierra necesitaba una obra escultórica". Finalmente, Antonio Puente, responsable de comunicación de la Fundación, destacó su carácter personalista y que la obra de Chirino está marcada por el "tránsito del mundo aborigen al hispano".

Un recorrido cronológico por las distintas dependencias comienza con una primera parte con las esculturas pertenecientes a la primera época, con el viento como recuperación de sus raíces. Aquí se incluyen tres esculturas situadas entre los dos primeras muros que tuvo de la primera torre de la fortificación. Le sigue la serie Mi patria es una roca, con cuatro esferas inspirada en el poema de Nicolás Estébanez donde la espiral se encierra sobre si misma hasta convertirse en una bóveda en una especie de juego entre el yin y el yang.

En la sala tres aparece una escultura en bronce dentro de una bóveda que reclama la identidad africana en forma de máscara, "ya que todos los artistas pensamos que África es el continente de la esperanza", señaló el artista. Y en la sala cuatro el cubelo de su primera época en el que se ve el oficio herrero de Chirino. Un recorrido perimetral lleva a la tercera planta con un pasillo con doce grabados de aguafuerte sobre papel y una de las joyas en una especie de capilla: El culto al viento de 1965.

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