La plaza de la Música de la capital grancanaria fue ayer escenario de la presentación en sociedad de Verdino, el primer vehículo eléctrico autónomo, cien por cien canario, desarrollado para el transporte de pasajeros en zonas peatonales, por investigadores de la Universidad de La Laguna y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, bajo la dirección del catedrático de la ULL Leopoldo Acosta.
La demostración celebrada ayer de este prototipo de vehículo inteligente se enmarca dentro de la XVIII edición del Congreso Internacional sobre Sistemas de Transporte Inteligentes que se celebra en el Palacio de Congresos de Canarias-Auditorio Alfredo Kraus, bajo la organización conjunta de la ULPGC, a través de su Instituto Universitario de Ciencias y Tecnologías Cibernéticas, y el Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica.
Verdino forma parte del proyecto Stirpe y lleva el nombre de un lagarto autóctono "como guiño a su canariedad", según indicó ayer el catedrático de Ingeniería de Sistemas y Automática de la ULL, Leopoldo Acosta. Dentro del ámbito de los coches autoguiados, en el que actualmente trabajan muchos grupos en el mundo, los investigadores canarios apostaron por construir un prototipo pequeño, eléctrico, pensado para un problema en concreto, que es navegar por entornos peatonales, como la calle Triana, o incluso de sitios cerrados como un museo.
Interacción
"Nos decidimos a trabajar en este ámbito porque el coste en cuanto a inversión es más pequeño y es un tema que está muy abierto porque las reacciones de las personas son imprevisibles. A la hora de navegar por entornos peatonales cerrados es muy importante el sistema sensorial y los algoritmos que utilices para la interacción hombre-máquina y en ese sentido queríamos explorar un terreno donde fuéramos competitivos", apuntó el investigador de Robótica de la ULL.
El vehículo está encaminado al transporte, fundamentalmente, de usuarios con movilidad reducida (personas mayores, con discapacidad...). Tal es así que ha despertado el interés de la Fundación ONCE, que han cedido a los investigadores una silla de ruedas eléctrica para incorporar la tecnología de Verdino. "Nos han propuesto implementar la tecnología del proyecto sobre una silla de rueda autoguiada, que pueda navegar de forma autónoma".
Una de las prioridades del proyecto era el bajo coste. "Queríamos lograr un vehículo asumible económicamente, y la investigación ha ido dirigida a abaratar el prototipo, que en la actualidad ronda los 15.000 euros, aunque nuestra intención es continuar abaratándolo".
Verdino está equipado con un conjunto de sensores telémetros láser, "que básicamente producen un corte en un plano y te indican a que distancia, para cada ángulo, tienes un obstáculo"; así como tecnología de la industria de videojuegos, como es el caso de la kinect. También disponen de cámaras con algoritmos de visión artificial.
Eso le proporciona a Verdino la capacidad de detectar peatones, obstáculos, y esquivarlos. Pero los estudios van más allá, ya que el objetivo es que no sólo detecte al peatón, sino que sea capaz de predecir hacia donde se va a dirigir. "Buscamos algo parecido a lo que tenemos los humanos, diversas fuentes de información para aumentar en fiabilidad", apuntó Acosta, quien destacó que el gran éxito del proyecto radica en el trabajo en equipo, "hemos reunido a gente muy buena, de aquí, que trabaja mucho y lo hace muy bien", concluyó.
