Los especialistas en veterinaria que participan, desde ayer y hasta el domingo, en el II Congreso Canario de Seguridad Alimentaria situaron a España entre los países que lideran los controles de calidad sobre los alimentos. Los veterinarios adscritos al Colegio de Las Palmas reiteraron, además, que los productos cárnicos son sanos y seguros. Así lo expusieron tras la alarma social, originada a raíz de la publicación de un informe de la Organización Mundial de la Salud, en el que se vinculó la ingesta de carne roja y las procesadas con el desarrollo de varios tipos de tumores cancerígenos.
"España es un país puntero en Europa en cuanto a la seguridad alimentaria se refiere", aseguró ayer Adolfo Santiago Farré, experto en controles de calidad y responsable de este departamento en la cadena de supermercados Ahorramás. Este especialista fue el encargado de abrir, en la tarde de ayer, el programa de ponencias del congreso que organiza el Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas. Bajo el título, Implantación de los sistemas de autocontrol en la gran distribución, este ponente analizó el sistema que estructuras todas las medidas de seguridad que acompañan la cadena de producción de un alimento, desde la granja o la importación, hasta su venta al por menor en los supermercados y grandes superficies.
"Si analizamos los recientes crisis alimentarios, estas se dan más en países del norte de Europa que en el Sur", expuso. Además, Adolfo Santiago indicó que España cuenta con una tradición legal y reglamentaria de gran exigencia en este sentido. "Los controles han sido y son rigurosos tanto en las fabricas, como las instalaciones, las granjas y los puntos de venta. Hemos tenido muchas leyes, pero gracias a esto hemos adquirido un buen nivel en seguridad alimentaria", valoró el veterinario y ponente.
Éste defendió que el sistema actual garantiza la etiqueta final de alimento sano y seguro y que no existe distinciones entre regiones y tampoco influye la condición insular del Archipiélago. "Si no se cumple, no podrán ser comercializados". Este nivel de confianza parte de la aplicación de una estricta normativa comunitaria: la norma 852/2004. Se trata, según apuntó, de un sistema de control en las distintas fases de producción dotado de una base científica y que cuenta con la supervisión de las agencias de consumo, como la española Aecosan. "Es un proceso de carácter preventivo, por lo que el consumidor sabe a ciencia cierta que si el producto ha pasado estos controles es cien por cien seguro", aseguró Adolfo Santiago.
El ponente explicó que la historia del sistema de control actual en seguridad alimentaria nace de los estudios y experimentos de la agencia espacial de Estados Unidos; la NASA. "Se desarrolló en la década de los años 60 durante el programa de viajes tripulados a la luna", explicó el ponente. "Allí arriba no hay hospitales por lo que se tenían que asegurar de que lo que fueran a comer era sano". Entre 1998 y el 2000 se implanta en España y se regula posteriormente en el concierto europeo en 2004.
Adolfo Santiago ofreció un extenso desarrollo de la legislación alimentaria y de los principios que constituyen la base común para la producción y la comercialización de los mismos, según las normas higiénicas que deben superar todos los alimentos. Además, abordó los requisitos estructurales, operativos e higiénicos para la autorización de estos negocios y los requisitos para el almacenamiento, el transporte y el mercado sanitario.
Santiago Farré destacó el papel que desempeña el veterinario en esta tarea. "Entre el 70% y 80% de los alimentos que consume una persona proceden de un origen animal, ¿y quién conoce mejor a los animales que los veterinarios", preguntó, antes de asegurar que se trata de una profesión unida a la seguridad alimentaria. "Casi el 80% de los inspectores sanitarios son veterinarios". Todo esto, hace que este experto concluyera: "Es indiscutible que España es una país puntero en seguridad alimentaria".
