La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha multiplicado por cinco este año el número de tesis presentadas para ser defendidas en 2016, con 452 frente a las 92 del 2014. Dicha avalancha obedece a que el pasado 24 de noviembre expiró el plazo fijado por el Espacio Europeo de Educación Superior para la presentación a depósito de estudios doctorales sujetos al los planes anteriores a Bolonia (Real Decreto 99/2011), que causó un colapso en el Servicio de Reprografía.
"En febrero de 2011 se publica ese Real Decreto 99/2011, que dice que los que en aquel momento estaban iniciando o estaban en proceso de desarrollo de su tesis doctoral, tenían cinco años para defenderla, plazo que acaba el 11 de febrero de 2016. En la Universidad hay una bolsa de unos 800 expedientes afectados por esa normativa, que debían hacer el depósito de sus tesis dos meses antes, para revisarlas, ver que cumplen con todas los requisitos, y hacer la convocatoria y nombramiento del tribunal. Ese plazo se cumplía el 24 de noviembre pasado y mucha gente se esperó hasta el final para presentarlas, de ahí el colapso", afirmó Rafael Robaina, vicerrector de Títulos y Doctorado de la ULPGC.
De las 452 tesis en depósito, los primeros registros apuntan a que un 23% se enmarcan en el área de Artes y Humanidades; 11% en Ciencias; 16% en Ciencias de la Salud; 28% en Ciencias Sociales; y un 22% en Ingeniería y Arquitectura.
Ante la presentación simultánea de un número tal alto de tesis, inédito hasta la fecha en la ULPGC, que registra cada año entre 90 y 100 estudios, la Universidad ha ampliado los tres meses previstos para la defensa y evaluación de los mismos en tres más, por lo que las 452 tesis deberán ser defendidas antes del 11 de mayo de 2016.
"El acto académico de defensa de la tesis es del máximo respeto, no se puede hacer de forma atrabancada, con problemas de espacio y de tiempo, porque no estamos ante la defensa de un trabajo de fin de carrera. Para asegurar la calidad del acto buscamos un resquicio legal, y tras finalizar el procedimiento el 24 de noviembre de depósito de las tesis, la Ley de Procedimiento Administrativo nos permite duplicar el plazo para defenderla, con lo cual de tres pasa a seis meses".
Con esta avalancha, culmina un proceso anterior a Bolonia, y se implanta definitivamente una nueva filosofía de los programas de doctorado que defiende el interés de la UE por impulsar un aumento del número de doctores en Europa a través de procesos más ágiles y más conectados con la empresa.
"Vamos hacia un sistema diferente en el que la idea principal es que, a diferencia de lo que se pensaba hasta ahora, la tesis no es el final de una carrera investigadora, es el principio. Con la tesis se le da una serie de competencias protocientíficas, de alguien que está empezando, y ese es el cambio conceptual de la nueva regulación".
Otra de las novedades es que para acabar con las eternas investigaciones, ya que antes no existían limites de tiempo para presentar las tesis, Bolonia fija un plazo máximo de tres años para la defensa de las mismas, y de cinco para los doctorandos a tiempo parcial que trabajan, según indicó el vicerrector de Títulos y Doctorado. "Las competencias de un doctor aparecen en la nueva ley como las de una persona que se inicia en la investigación, y si a los tres años (cuando no trabaja) no ha acabado, está en la calle. Vamos hacia un sistema muy rápido, muy ágil, a los tres años la tesis y a publicación de la misma, que es la garantía final de la calidad del estudio".
Otro cambio importante es que aparece la figura del tutor, junto a la de director, para que el doctorando esté acompañado en todo el proceso, desde el principio hasta el final, aumentando así las garantías de finalización de la tesis. "Hasta ahora veíamos unos programas de doctorado en los que el aspirante iba solo y a veces se eternizaban, pero ya no, hay unos plazos y un acompañamiento, el proceso está tutorizado como un estudiante universitario más, desde el minuto cero, no se puede abandonar a nadie en su tesis doctoral y de hecho se firma una especie de contrato por el que el tutor y el director están obligados a que culmine ese trabajo".
En el nuevo reglamento, los programas de doctorado deben tener un mínimo de éxito del 70%. "En la anterior regulación teníamos 94 programas de doctorado, que se han ido fundiendo y en la nueva estructura tenemos 12, y en seis años cada uno pasa un examen, en el que se mide con lupa como han cumplido nuestros estudiantes y nosotros con ellos", concluyó Rafael Robaina.
