"Joaquín Casariego siempre ha sido un arquitecto muy comprometido con la profesión y con la sociedad". Así define el presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Gran Canaria, Vicente Boissier, al catedrático tinerfeño, fallecido ayer. "Ha sido durante muchos años maestro de arquitectos en la Escuela de Arquitectura y entendió siempre el urbanismo desde la intervención arquitectónica, a través de los edificios", señala.
Boissier recuerda que Casariego fue el primer arquitecto de la escuela en estudiar la mecánica de implantación y creación de los barrios de la periferia de Las Palmas de Gran Canaria, lo que dio pie a numerosas propuestas para resolver los problemas que generaban estas zonas y que éstas se pudieran integrar en la ciudad.
Además, el presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Gran Canaria rememora que Casariego participó en el diseño de numerosos planes de estrategia urbana de la capital grancanaria que estaban basados, fundamentalmente, en la relación entre el puerto y la ciudad, y la relación entre el centro y la periferia. "Dos parámetros a los que ha aportado cuestiones muy interesantes", manifiesta sobre Casariego, que fue profesor de Boissier en la universidad. En cuanto a sus obras, Boissier destaca algunas de su última época, como el entorno del edificio Woermann y la rehabilitación del antiguo Hospital de San Martín, reconvertido en una sala cultural.
Para el arquitecto Juan Ramírez Guedes, quien coincidió con Joaquín Casariego por primera vez en su última etapa como estudiante en la capital grancanaria, "Casariego es una figura inseparable de la memoria de la Escuela de Arquitectura". "Una persona con la que hemos vivido toda la historia de la Escuela, que representaba aquello a lo que todos queríamos llegar y que fue, sobre todo, un compañero y un amigo inolvidable", manifiesta el arquitecto, quien afirma que la noticia ha conmocionado al sector universitario y arquitectónico de las Islas porque " Casariego mantuvo el tipo hasta el final" y "murió con las botas puestas".
Entre las cualidades principales de su compañero, con quien ha vivido y compartido a lo largo de los años "muchas cosas y proyectos", Ramírez Guedes destaca "sobre todo, su autenticidad". "Casariego fue una persona con mucho carácter, para lo bueno y para lo malo; pero aunque tuvieras un desencuentro con él, era una persona a la que llegabas a estimar mucho, precisamente, por su autenticidad", afirma.
Otro compañero de profesión, Pablo Ley Bosch, hace hincapié en el "entusiasmo" y "empuje" de Casariego a la hora de vincular la actividad universitaria con problemas de otros ámbitos, como las discusiones de modelos de ciudad y del territorio o los debates sobre planeamiento.
"Son temas que, digamos, afectan a las instituciones, a los ayuntamientos y a los cabildos, pero él tenía un interés de que la actividad de la universidad trascendiera fuera de la universidad", expone. En cuanto a sus proyectos, Ley Bosch también considera relevantes la remodelación de parte del Hospital de San Martín y su papel en el entorno del Woermann.
Además, el arquitecto considera que Casariego forma "parte de la historia de nuestro departamento", que incluye la sección de Urbanismo donde desarrolló su labor académica. Ley Bosch, que ahora dirige el departamento, recuerda que el tinerfeño fue uno de los primeros profesores de esta unidad "en un momento en que la universidad no estaba tan consolidada como lo está a día de hoy". Asimismo, rememora también la carrera extensa de Casariego, tanto técnica como investigadora, con el que "tenía una relación estrecha de colaboración".
Por su parte, el arquitecto José Luis Gago ve a Casariego como "un personaje comprometido con la universidad, un trabajador y un impulsor de numerosas actividades". Gago, compañero de departamento, recuerda que es "la persona que ha llevado las iniciativas de buena parte de la investigación que se ha desarrollado en urbanismo". Este profesor universitario valora su participación como colaborador y trabajador en el plan general y en el plan de barrios. "Una actividad evidentemente destacada que la tendremos siempre presente", subraya.
Gago hace hincapié en que Casariego no se dedicara a hablar "del gran urbanismo o de lo que todo arquitecto nos gusta hacer, sino que acercara a la realidad de lo que es Las Palmas de Gran Canaria y estudiara el cono sur de la ciudad", apunta. "Hoya de la Plata, Pedro Hidalgo... Es la única persona que realmente ha trabajado en esta zona de la ciudad, un poco oscura. A veces vamos a las grandes avenidas y a los grandes planes generales, pero meterse en la zona un poco más conflictiva, donde se han cometido muchos errores y donde la gente no vive bien, es un valor muy importante para un universitario", concluye el arquitecto.
