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Salud I Jornadas de adicciones sin sustancia de Yrichen en la ULPGC

"El ludópata suele ser un comprador compulsivo y adicto a la tecnología"

La psicóloga Neus Aymami Sanromá, ayer, en la ULPGC. QUIQUE CURBELO

En su ponencia defiende la necesidad de integrar clínica e investigación. ¿Se hace suficiente investigación sobre el juego patológico o ludopatía en España?

Los datos demuestran una progresión muy positiva a nivel nacional en los últimos años. En el período que va desde 2000 a 2015, la progresión en materia de investigación en España ha sido récord. Esto es importantísimo y, a mi entender, indica un interés cada vez mayor por estos temas, como un problema de salud pública que requiere tratamientos específicos. Además, contamos con grandes profesionales como, por ejemplo, el catedrático Enrique Echeburúa, en la Universidad del País Vasco, que formó parte de estas jornadas.

¿Cómo incide esta investigación en la mejora de los tratamientos a pacientes?

La importancia de la investigación es, precisamente, su vinculación con la asistencia clínica. Cuando se hace buena investigación, el primer beneficiado es siempre el paciente. En este sentido, aprovechamos la clínica, especialmente en unidades donde hay mucha asistencia, para hacer investigación potente con muestras de muchos pacientes. Este tipo de investigaciones nos proporcionan resultados muy sólidos que contribuyen a un mayor conocimiento de estas patologías por juego, que nos permiten determinar y establecer tratamientos mucho más efectivos, mucho más eficaces y, sobre todo, más orientados a los distintos subgrupos dentro de estas poblaciones diana.

¿Cuáles es el perfil medio del paciente con adicción al juego?

Aunque el perfil es variadísimo, básicamente es hombre, entre los 35 - 40 años. Pero se trata de una media muy variable, porque tenemos pacientes que van desde los 17 o 18 años hasta los 80. No obstante, la cifra va disminuyendo en el caso de pacientes con adicción al juego online, cuyo perfil medio es un hombre más joven y con más formación. En el caso del juego presencial, el tipo de jugador tiene una formación menor; por lo general, estudios primarios y, en algunos casos, secundarios.

Antes hizo mención a subgrupos dentro de la patología por juego. ¿Cuáles son estos casos?

Por supuesto, no existe un perfil único, sino que estamos hablando de subgrupos y subtipos de pacientes. Por eso hay que determinar bien a qué tipos de pacientes va destinado un tratamiento específico. Por ejemplo, nosotros tenemos tratamientos específicos para personas con enfermedad de Parkinson y juego; personas con patología por juego y otras adicciones; o patologías con juego y otras enfermedades mentales graves. Lo que quiero decir es que en estas poblaciones hay muchas variaciones que requieren distintos tipos de abordajes específicos, que hay que cuidar e investigar.

¿Cuáles son las principales patologías que registra en su consulta?

Sobre todo, el juego patológico o trastorno por juego, que suele incluir la compra compulsiva y la adicción a nuevas tecnologías.

¿Identifica algún caso concreto que haya aumentado en los últimos años?

Claramente, el juego online. El juego presencial va en progresiva disminución, aunque sigue siendo el que genera más adicciones, mientras que se observa una creciente progresión del juego online.

Lo denomina un problema de salud pública, ¿cuáles son las proporciones?

Estamos en unas tasas bastante estancadas o estables desde hace mucho tiempo. Incluso, con la crisis económica, todos pensábamos que habría una especie de avalancha y no ha sido así, sino que las cifras se han mantenido. En cuanto a la proporción, estamos hablando de tasas que representan el 2% de la población general, lo cual es, evidentemente, es mucha gente, pero no deja de ser una tasa similar a la de otros trastornos médicos y psiquiátricos. Pero es mucha gente y es importante darle salida terapéutica porque es una patología que comporta un gran sufrimiento, y cuyas repercusiones a nivel personal, familiar, social, laboral y, efectivamente, en salud pública, son evidentes.

¿Qué tipos de abordajes terapéuticos son los más eficaces?

El abordaje que ha demostrado una eficacia mayor es la terapia cognitivo-conductual y es la que utilizamos prácticamente todos los nos dedicamos al problema del juego, y se basa, sobre todo, en aprender a dominar el control de estímulos en situaciones de riesgo. Por ejemplo, si el problema de juego se manifiesta con las máquinas tragaperras, una de las tareas es evitar entrar en los lugares donde puedan encontrarse. También se trata de aprender a controlar los gastos económicos, con alguien que supervise durante un tiempo esta gestión económica. Así, progresivamente, estas personas van logrando más capacidad de autocontrol y, a lo largo plazo, de control sobre esta conducta.

¿La sociedad es consciente de este trastorno o persisten el desconocimiento y el estigma?

La sociedad es cada vez más consciente. Sí es cierto que aún falta conocimiento en torno a este tema, que es una realidad que existe y que afecta de manera significativa la salud de quienes lo sufren. Pero la gente sabe más cada vez más sobre este tipo de patologías y cada vez acude antes al médico cuando identifica que algo les está sucediendo en relación a esto.

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