Óscar Almenara habla por teléfono móvil desde el interior de una guagua. Entre el ruido asegura que la seguridad en Estambul es máxima. "Me siento más seguro que cuando estoy en Madrid", afirma al otro lado del celular este tinerfeño después del atentado ocurrido la noche del pasado martes en el Aeropuerto Internacional Atatürk, que se ha saldado hasta el momento con 41 muertos y 239 heridos.
Este empresario, que lleva adelante un proyecto para estrechar lazos entre compañías canarias y turcas, recalca que los controles son numerosos. Sara Bernard repite casi las mismas palabras. "Tienes que pasar por arcos de seguridad cuando entras en los centros comerciales o a un hotel", apunta esta grancanaria que desde el pasado mes de septiembre reside junto a su marido en el lado asiático de la metrópoli otomana. Ambos coinciden que Estambul es tan segura como cualquier otra ciudad europea. "Estos actos no se pueden evitar", opina Almenara. Ellos son dos de los canarios que vivieron el atentado en una localidad que, según comentan, apenas ha variado su rutina después de lo ocurrido.
Si hay algo en lo que coinciden Almenara y Bernard es que el ataque se produjo frente a la terminal de pasajeros y no en su interior, como ocurrió en Bruselas, gracias a las cortapisas que se imponen para evitar, precisamente, actos de terrorismo. "En la puerta de entrada al aeropuerto tienes que pasar un arco de rayos X", explica Sara Bernard. Los autores del atentado no consiguieron superar esa primera barrera. "Llegaron en taxi, se bajaron y la policía los paró". Entonces se sucedieron disparos y explosiones frente a la terminal de salidas. "En Madrid cualquiera puede entrar al aeropuerto, aquí eso no se produce gracias a las medidas de seguridad", señala Almenara. "Si hubiera sido dentro", agrega, "el resultado hubiese sido mucho peor".
Si para el tinerfeño la situación es de normalidad a pesar de lo ocurrido, para Bernard el miedo se ha instalado por momentos en su cerebro. "La sensación es diferente según con la persona con quien hables, porque algunos amigos españoles opinan, como yo, que este atentando ha sido mucho más impactante que el que hubo en marzo" cuando un ataque suicida cometido por un miembro del ISIS en una calle comercial dejó cinco muertos y 36 heridos. "Llevábamos una temporada tranquila y ahora que empezó el mes del Ramadán pensábamos que se iba a respetar y que entonces íbamos a estar tranquilos", añade. Ese deseo se quebró la noche del pasado martes.
"Geçmi? olsun Türkiye" -"mejórate pronto Turquía"- eran las únicas palabras que salían de la boca de la grancanaria Elisabet Curbelo, quien estuvo viviendo durante tres años es Estambul. Ella decidió utilizar las redes sociales para hacer pública su opinión sobre los atentados de Estambul pero fue de las pocas personas que pude hacer uso de esta herramienta. Durante la jornada de ayer, los turcos tuvieron problemas para acceder a internet y, por tanto, para ponerse en contacto con sus seres queridos. Elisabet Curbelo pudo, no obstante, asegurarse de que todos sus conocidos se encontraban bien tras los ataques puesto que los turcos han logrado superar las restricciones gracias al cambio de las ubicaciones de las páginas web.
Como muchos otros canarios que han tenido la oportunidad de visitar el país intercontinental, el tinerfeño Jonathan Flores destacó que Estambul continúa siendo un lugar ideal para viajar puesto que la fuerte presencia policial de sus calles da seguridad a todos los que pasean por ellas. Muchos de los canarios que viven en Estambul afirman que se sienten a salvo en la ciudad, a pesar de los hechos acaecidos en la noche del martes. Así, Jonathan Flores continúa preparando su viaje a la que él considera "la ciudad más bonita del mundo" y que tendrá lugar el próximo mes, cuando no piensa dejar de visitar el mercado de las especias.
