"Fastidia que sucedan estas cosas en una ciudad como esta, donde no escatiman en seguridad, donde la policía está muy bien preparada". Óscar Almenara (Santa Cruz de Tenerife, 1971) acude con asiduidad a Estambul, donde tiene una empresa junto a un socio turco en el mismo centro de la ciudad, cerca de donde ya se produjo un atentado en enero, con la que quiere empezar a atraer a empresarios canarios para invertir en productos elaborados en el estado otomano. "La situación ahora mismo en el centro de la ciudad es tranquila", dice por teléfono este tinerfeño mientras viaja en el interior de una guagua por la urbe.
Almenara explica que el atentado se cobró tantas víctimas porque, después del primer tiroteo, las personas huyeron hacia el aparcamiento del Aeropuerto Internacional Atatürk, donde se encontraba otro terrorista que se inmoló para provocar un mayor número de víctimas. Y es que, como se encarga de repetir varias veces, "hay mucha seguridad". "El aeropuerto está totalmente vigilado, lo que sucedió anoche se produjo en la misma entrada de la terminal, donde hay un control" que los terroristas no lograron pasar.
Este broker, que se encarga de vender productos turcos a aquellas empresas españolas interesadas, afirma que los atentados que se han perpetrado en el país no van a afectar a las relaciones comerciales que puedan establecer con compañías de origen canario. E indicó que incluso miembros de Cabildo de Tenerife tiene previsto acudir el próximo mes de agosto a la ciudad turca para conocer las posibilidades que se pueden abrir a los inversores isleños.
Almenara sí que reconoce que los ataques están dañando la imagen del país, generando a su vez una reducción considerable en la llegada de turistas. El estado otomano es uno de los principales destinos turísticos del mundo. En 2014, Turquía se convirtió en la sexta potencia mundial en este sector con 40 millones de visitantes, sólo por detrás de Francia, EE UU, España, China e Italia.
