El Gran Telescopio Canarias (GTC), en el Observatorio del Roque de Los Muchachos de La Palma, aún tiene capacidad para seguir ampliando su observación astronómica. A la incorporación reciente de nuevos instrumentos y la previsión de más, hay que sumarle la realización del sistema de óptica adaptativa, una herramienta en la que ya se trabaja desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) con la intención de que comience a funcionar el próximo año 2019.
Así lo indica Icíar Montilla, investigadora del centro científico del Archipiélago y que durante la semana pasada coordinó un congreso internacional en Tenerife precisamente sobre este tipo de sistemas en telescopios extremadamente grandes. Montilla señala que "el sistema de óptica adaptativa se emplea en los telescopios para mejorar la calidad de la imagen" que se genera a través de la observación astronómica, en concreto a través de la corrección de las turbulencias que se generan en la atmósfera.
La propia investigadora señala que el tamaño del telescopio, así como su ubicación y los objetos celestes a estudiar interfieren en el diseño del sistema "puesto que cada uno se hace en concreto para la infraestructura en la que se va a instalar". "A mayor tamaño, más complejidad de la óptica adaptativa", asegura Icíar Montilla, quien puntualiza que en el caso del sistema que se instalará en el telescopio palmero se encuentra en proceso de "integración en el laboratorio".
Precisamente, por la complejidad de este tipo de este tipo de técnicas se hace necesario la celebración de encuentros como el congreso sobre Óptica Adaptativa para Telescopios Extremadamente Grandes celebrado en Tenerife esta semana. La responsable del IAC en esta cita argumenta que "gracias al intercambio de experiencia, sabemos en qué aspectos se puede mejorar y cómo actuar para evitar tener ciertos problemas". Por ejemplo, según la investigadora, durante estas jornadas se han podido conocer las particularidades del sistema en telescopio similar en Hawaii "que quizá se pueda montar en La Palma.
En ese sentido, Icíar Montilla aclara que en el caso del Archipiélago, "las condiciones de la atmósfera son realmente buenas", pero aún así los telescopios requieren de técnicas como la óptica adaptativa. De ahí el diseño del sistema para el Gran Telescopio Canarias, aunque según informa en el Observatorio del Teide ya hay otras infraestructuras de observación astronómica, dependientes de la Agencia Espacial Europea, que cuentan con una herramienta de este tipo.
"Son más pequeños", puntualiza la investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias, quien insiste en que cada uno se enfrenta a retos distintos. "No es lo mismo en las Islas, que las turbulencias se concentran en las zonas más bajas de la atmósfera, que en Chile donde es al revés y la distorsión se genera en áreas más elevadas".
"Es un problema complejo tras el cual hay mucha matemática, por ejemplo", añade Montilla quien explica en ese sentido que los cálculos son fundamentales a la hora de diseñar los sistemas de óptica adaptativa para los telescopios gigantes que están en marcha "donde es más difícil corregir las distorsiones de las turbulencias".
La experiencia canaria en óptica adaptativa no acaba, ni mucho menos, con la puesta en marcha del sistema en el telescopio palmero. De hecho, entre las infraestructuras científicas que se encuentran como los telescopios extremadamente grandes durante el congreso celebrado en Tenerife se encuentra el Telescopio Solar Europeo (EST). Esta estructura es un proyecto liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias, centro que idea desde hace años la instalación del mayor telescopio solar del mundo en uno de los dos observatorios del Archipiélago (La Palma o Tenerife) y que espera cerrar la financiación.
El EST también requerirá en un futuro un sistema propio de óptica adaptativa, aunque según puntualiza la investigadora del Astrofísico, este tipo de técnicas "se inició en la década de los 90 precisamente en proyectos de observación solar".
Más presión para el TMT
- Entre los grandes telescopios que necesitarán de óptica adaptativa se encuentra el Telescopio de Treinta Metros (TMT), una gran infraestructura que podría acabar en Canarias. Este telescopio está pendiente de la resolución de problemas judiciales en Hawaii, lugar elegido inicialmente por el consorcio promotor del proyecto. La Palma se ha colocado como opción alternativa y tanto la organización del congreso en Tenerife como la presencia de alguno de los responsables del TMT se han empleado como una estrategia más para atraer este gigante de la astronomía a las Islas. En el resto de infraestructuras presentes destaca el Telescopio Extremadamente Grande Europeo (E-ELT), en cuya instrumentación participa el IAC.
