El acoso escolar es un tema muy delicado y del que últimamente, por desgracia, se habla mucho. ¿Cómo afronta un padre la noticia de que su hijo está viviendo esta situación en el colegio?
Es un tema bastante complicado, y más cuando no te lo esperas al ser tan pequeños. Te cuesta digerirlo, creerlo y saber cuáles son las palabras mágicas para ayudar a tu hijo. Se acumulan muchos sentimientos, sobre todo la impotencia, porque te gustaría arreglar el problema en un instante.
¿Qué indicadores le llevaron a diferenciar que su hijo era víctima de acoso escolar y no de una riña puntual entre niños?
Cambió totalmente su actitud. Notamos que algo raro pasaba cuando salía del cole todos los días llorando. Estaba muy irritable, llegaba a casa y se sentaba en el sofá sin querer jugar. Para nosotros esos indicadores significaban que algo no iba bien, no sabíamos aún el qué, pero sabíamos que él no se encontraba conforme. Un día nos contó que había un niño en su clase que no lo trataba bien y que le hacía sentir mal. Ahí nos pusimos en contacto con su profesora para que nos ayudara, ya que ella era nuestros ojos en las horas en las que nosotros no estábamos.
¿Cómo se trabaja en casa, con un niño tan pequeño, una situación de bullying ?
A nosotros nos ayudó mucho hablar con él, pero dejándole su espacio porque se agobiaba bastante al hablar del tema. Teníamos que buscar un vocabulario adecuado a su edad, con tres años es muy difícil explicar una situación así. Quisimos mostrarle lo que es de verdad una relación sana entre personas, ya que él decía que el otro niño era su amigo.
Nos armamos de mucha paciencia. Algo muy complicado cuando ves a tu hijo mal y sabes lo que pasa...
Le demostramos, aún más, lo mucho que le queríamos e insistimos en explicarle que no era su culpa lo que pasaba.
Además, utilizamos algunos recursos para trabajar con él la relajación, la autoestima, etc.
Aunque nosotros trabajábamos con Hugo a diario, sabíamos perfectamente que además teníamos que tener paciencia, ya que también necesitábamos que él fuera madurando y entendiendo cosas que solo se integran con la edad.
¿Recibió apoyo por parte del colegio?
Muchísimo. Su profesora nos tendió la mano desde el primer momento. Nos mantenía informados, trabajaba el tema en clase con todos los niños y estaba especialmente pendiente de evitar situaciones desagradables entre ellos.
A raíz de esta experiencia nace Hugo y la receta mágica con el fin de ayudar a otros niños y a sus padres. ¿Qué herramientas facilita el libro a las familias?
En la guía para padres, que también puede servir para profesionales y cuidadores, viene el desglose de nuestra receta mágica, la que ideamos para que Hugo aprendiera a resolver el problema con nuestra ayuda, además aparecen los ejercicios de relajación y autoestima que hacíamos con él.
Hizo uso del crowdfunding para realizar la impresión de mil ejemplares que se distribuirán por los colegios, las librerías y los centros culturales. ¿Cómo podemos hacernos con un ejemplar del libro?
El crowdfunding terminó en junio, conseguimos el importe que necesitábamos, incluso lo sobrepasamos, ahora mismo estoy en pleno envío de recompensas a los mecenas y con la distribución física del cuento, ya que cada vez son más los interesados en adquirirlo.
Ahora mismo la distribución la hago directamente yo, aunque estamos trabajando para llegar a librerías. Las personas que estén interesadas pueden escribirme a soy@valleperez.com, si son librerías que quieran vender Hugo y la receta mágica pueden hacerlo en librerias@valleperez.com y también tienen más información en www.valleperez.com
En las presentaciones también se pueden adquirir, poco a poco vamos gestionando actos y cuentacuentos en diferentes puntos.
¿Qué consejo les daría a los padres que están pasando por su misma situación?
Sobre todo, aunque sea muy difícil, tener paciencia, porque estos problemas queremos arreglarlos rápidamente y tenemos que ser conscientes que esto va lento, pero llega a su fin. Es muy importante no restarle importancia a lo que nuestros hijos nos cuentan o incluso cómo se sienten, y sobre todo, poner en conocimiento del colegio lo que ocurre o, si aún no se sabe qué ocurre, poner en conocimiento lo que el peque cuenta, en este caso, como nosotros, nuestro hijo era muy pequeño y la mayoría de las veces no sabía casi ni expresar bien qué ocurría, por eso es importante que se sienta escuchado y querido.
