El segundo radar meteorológico de Canarias, que se instalará entre finales de este año y principios del próximo en Cruz de Gala, en los altos del municipio tinerfeño de Buenavista del Norte, mejorará de forma sobresaliente el seguimiento de fenómenos climáticos adversos, especialmente lluvias torrenciales, y con ello los mecanismos de prevención para la seguridad de los canarios y sus bienes. De esta manera, no se repetiría lo ocurrido el 31 de marzo de 2002, cuando una gota fría descargó un aguacero sobre el municipio de Santa Cruz de Tenerife sin que previamente llegaran avisos del Instituto de Meteorología (Aemet), precisamente por la falta de ese segundo radar. Fue el mayor chaparrón de la historia de la capital tinerfeña desde que se iniciaron los registros en 1869, con 232,6 litros por metro cuadrado en 24 horas. Murieron 8 personas.
Jesús Agüera, delegado de la Aemet en Canarias, explicó ayer que este radar será "muy importante para el seguimiento de los fenómenos adversos cuando se acerquen o ya hayan entrado en las Islas, más que para las previsiones meteorológicas". Tal y como detalló Agüera, esta infraestructura será decisiva para resolver tres problemas que generaba el hecho de que solo existiese un radar, el de Pico de Los Moriscos, en Gran Canaria: "Acabar con los puntos ciegos que quedaban al oeste de Tenerife, en La Palma y El Hierro; evitar los ecos terrestres, que se producían en el Teide; y por último disponer de un radar alternativo por si el de Gran Canaria sufría una avería".
Fiabilidad y precisión
La propia resolución de impacto ambiental del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que tiene las competencias en meteorología, precisa las grandes ventajas que aportará este segundo radar de Cruz de Gala. "Contribuirá a la anticipación, fiabilidad y precisión de los avisos en los casos de situaciones meteorológicas adversas sobre la parte occidental de Canarias, especialmente las de tipo convectivo severo susceptibles de provocar precipitaciones torrenciales, lo que redundaría en la eficacia en la protección de vidas y bienes". Este informe detalla que el radar de Buenavista del Norte "proporcionará cobertura a la zona noroeste de la isla de La Palma y a la zona este de la isla de El Hierro".
La consejera de Política Territorial del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto, aseguró ayer en declaraciones a la Cadena SER que el radar quedará instalado de manera definitiva en Tenerife "antes de que acabe el año". Las fuentes de la Aemet consultadas por este diario amplían el plazo a principios de 2018 por la complejidad de la instalación. "Lo único que le puedo asegurar es que poseerá lo último en tecnología y está fabricado por la marca sueca Ericsson", aseguró Jesús Agüera, que añade que Cruz de Gala era "la mejor opción" de las que se barajaron. Las descartadas fueron Taborno (en la parte de Anaga perteneciente al municipio de La Laguna) y Ventejís (en la capital de El Hierro, Valverde).
"La Alternativa 1 de Cruz de Gala, la seleccionada, es el mejor emplazamiento ya que según el análisis comparativo realizado en el documento ambiental, se trata de la alternativa más favorable en términos ambientales", asegura el informe del Ministerio de Medio Ambiente, que añade: "Desde el punto de vista de vigilancia meteorológica, supone un emplazamiento aceptablemente bueno, ya que presenta la mejor visibilidad hacia las Islas más occidentales, así como hacia la costa norte de Tenerife, permitiendo anticipar la llegada de estructuras de precipitación procedentes del oeste y del suroeste".
Tal y como puntualiza este documento, cuenta también con la ventaja de que se aprovechará la parcela ocupada por la torre de vigilancia forestal, de tal manera que se integrarán en dicha torre el radar meteorológico y el servicio de vigilancia forestal. "Las instalaciones necesarias estarían en la base de la torre y bajo rasante, de forma que se minimizaría la superficie de ocupación de la infraestructura. Con esto, la superficie de ocupación estimada quedaría limitada a la actual superficie de la parcela (8,50 x 7,50 metros), es decir, un área aproximada de 64 metros cuadrados".
Jesús Agüera enfatiza que con el radar ya existente en Gran Canaria y el que empezará a funcionar el próximo año en Tenerife será "suficiente" para disponer de los mejores medios para la detección de fenómenos climáticos adversos.
