El huracán Ophelia, que en la mañana de ayer tocó la costa de Irlanda, ha provocado las primeras víctimas mortales y daños materiales en el país. Dos mujeres de 50 y 70 años fallecieron en Waterford y un hombre de 30 pereció cuando trataba de retirar ramas que habían caído en la ciudad de Tipperary. La cadena de televisión irlandesa RTE informó de que unos 360.000 clientes se han quedado sin suministro eléctrico y unos 200 vuelos han sido cancelados solo en el aeropuerto de Dublín debido a los fuertes vientos, que alcanzaron los 176 kilómetros por hora. El Gobierno decretó el cierre de colegios y guarderías, y solicitó a los ciudadanos que no salieran a la calle ante la previsión de que las malas condiciones meteorológicas continúen en las próximas horas. El huracán Ophelia bajó de categoría durante la madrugada de ayer y pasó a convertirse en una tormenta tropical.