Esta vez sí que no tenía duda sobre a quién iba a ir dirigido este, mi artículo de diciembre. Mientras escribía para Con Estilo sobre el genio de las suelas rojas para el número de noviembre, recibí un email que me sacó la mayor de mis sonrisas: ¡Hasta un grito de emoción! ¡Iba a formar parte de un reportaje que haría Terry Richardson en París para su nuevo libro Portrait!
Qué casualidad que justo esos días que me requería yo estaría en la capital de la moda trabajando. ¡Bonito destino pese a todo lo que está sucediendo! Tratar con Richardson fue emocionante desde el primer contacto, vía email, hasta finalizar el shooting. Minutos antes de llegar al estudio caminaba hacia allí bastante nerviosa: soy fan suyo desde hace muchísimo tiempo. Es uno de los fotógrafos más locos del panorama. Y me siento bastante identificada con él.
Cuando entré al estudio al primero que vi fue a él, sentado en un sofá. Así, de primeras, no me prestó mucha atención. Discutía con otro de los modelos de ese día sobre la canción ¡La Macarena! ¡De Los del Río! Quise participar en la conversación y me dirigí hacia él diciendo que "esa canción y yo" teníamos la misma procedencia: España. En un momento dado hasta me levanté para enseñarles el bailecito y desde ese momento me sentí integrada en su universo.
Después de los nervios iniciales ya me tocaba pasar por maquillaje y peluquería. La maquilladora me ponía muy nerviosa porque intentaba tranquilizarme cuando yo estaba la mar de bien, pensando qué hacer para sorprenderle de nuevo. Al finalizar en maquillaje Terry me miró y preguntó: "Ready?". Mi respuesta fue un "no" rotundo. ¡No podía ir en tejanos! Pedí amablemente un lavabo y al salir con mi body color nude, mis zapatos de vértigo, la peluca larga y demás complementos que había preparado para las fotos leí en sus labios un ¡Wow! que me emocionó. ¡A partir de ese momento ya estaba totalmente cómoda!
Fue muy fácil el shooting con él. Terry ayuda mucho a la hora de posar y pide cosas fáciles, más que nada porque tiene un estilo peculiar y yo, curiosa de mí, lo conozco a la perfección. Llevo años siguiendo sus trabajos y la experiencia personal fue increíble. ¡Ya quiero repetir! Si queréis ver la foto final podéis entrar en su Instagram o en el mío. El collage de este mes, hecho por mi queridísimo amigo David Febo, lo componen varias fotos hechas por él: de Rihanna y Miley Cyrus... Y una mía junto a él que sacó su asistente con mi iPhone.
Para los que no lo conocéis, Terry Richardson es un gran fotógrafo de moda californiano. Pronto supo que su futuro estaba detrás de una cámara y, sobre todo, en centrarse en la moda. Un padre esquizofrénico y con tendencia a los excesos marcó su infancia. Empezó fotografiando clubs y fiestas, hasta que Katharine Hamnett lo contrata para una campaña donde las chicas dejaban ver bajo sus faldas sus partes íntimas. ¡Fue un auténtico escándalo! A partir de ahí se hizo mundialmente conocido por poner a celebrities en situaciones mundanas o realizando actos muy sexuales, todas con fondo blanco y una cámara instantánea. A eso le podríamos llamar #conESTILO_Richardson. Ha fotografiado a todas las artistas del panorama internacional de la talla de Beyoncé y hace poco hizo un libro biográfico de Lady Gaga. También nos ha regalado videoclips como director de artistas como Mylie o Beyoncé.
A mí me ha encantado codearme entre las grandes ¡Qué placer más exquisito! Pero Terry Richardson también ha sido acusado varias veces por obligar a jóvenes modelos a hacer o posar en formas provocativas o proponerles portadas a cambio de sexo. ¿Recordáis a la top model española que se llamaba Minerva Portillo? Sé un cotilleo que prefiero no revelar pero que pudo costarle la carrera a la maniquí.
Terry ha trabajado para grandes marcas como YSL, Marc Jacobs o Tom Ford, y para grandes revistas como Vogue, i-D, Vibe... Como podéis ver, un hombre bastante completito. Sólo me queda decir que ojalá pronto pueda contaros otra anécdota suya porque eso significaría que volvería a posar por y para él ya que sí, estoy mercuflasheada por mi Terry.
