El bailarín y coreógrafo tinerfeño Santi Bello (Puerto de La Cruz, 1988) triunfa en Polonia desde que se trasladara al país aprovechando una beca Erasmus para buscar nuevas oportunidades profesionales. "Llegué a Bialystok, a 50 km de Bielorrusia, y allí hice mi primera audición en Polonia para El Fantasma de la Ópera, en la Opera i Filharmonia Podlaska W Bia?ymstoku, donde tuve la suerte de ser elegido como bailarín solista. Así empezó todo", explica Bello, quien, hasta ahora, ha participado en 11 montajes en distintos teatros polacos.
Los comienzos de este artista de 28 años fueron en Tenerife bajo la tutela de Lenita Lindell y Beatriz Sicilia, con ballet clásico y jazz moderno. "Tuve la suerte de seguir formándome con Ana Beatriz Alonso, Charo Febles, Gonzalo Zaragoza, Miguel Navarro o Roberto Torres, que venían a la isla a compartir sus conocimientos. Luego", prosigue, "empecé a estudiar Arquitectura en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y mi pasión por la danza se fue acrecentando. Continué formándome con Gelu Barbu, María Eulate, Aída Lustres? hasta llegar a las manos de Elisabeth López, solista de la Compañía Nacional do Bailado, que me convirtió en el bailarín que soy ahora: comprendí los secretos de la escena, la danza en sus diferentes dimensiones... Gracias a su tutelaje me lancé al ámbito profesional".
Bello no se atreve a definir su especialidad "porque bailo varias disciplinas: ballet, moderno, contemporáneo, neoclásico... aunque me siento identificado con un contemporáneo muy técnico".
Con su beca Erasmus aterriza en 2013 en Polonia y le llegan proposiciones para trabajar como bailarín y creador en el Teatro Dramatyczny de Bialystok, con las óperas Venus i Adonis, Uroda Zycia y Early Beat. "Fue un trabajo muy interesante porque era la primera vez que tuve autonomía en la creación de mis propios movimientos, aunque lo mejor vino después", cuenta Bello.
"El director artístico Jakub Wocial me llamó para crear la coreografía de mi primer espectáculo en Varsovia, Broadway Street-The show, un éxito que me abrió las puertas a desarrollarme como coreógrafo en la gran ciudad. A partir de ahí las ofertas fueron viniendo", explica satisfecho mientras enumera sus proyectos. "Musicalove, el mejor espectáculo musical y mejor coreografía de 2014; Rent, donde tuve mis primeras palabras y canciones en polaco; The Best of Andrew Lloyd Webber; Broadway Exclusive; Preszliczna Wiolonteczelistka, con nominación a la mejor coreografía en los premios Zlota Maska; Ksziaze czy Zebrak y, por último, uno de mis grandes éxitos: Rapsodia z denomem, el primer musical con música de Queen de toda Polonia. Fue un gran paso, pues conté con la cooperación de Michel Driesse, director conocido internacionalmente en el mundo de los musicales". Este espectáculo ha sido designado como mejor musical y mejor coreografía de Polonia en 2015. n
