Muchas veces pienso cómo sería la visión de la TransGranCanaria por parte de todas las administraciones y empresas privadas si el FC Barcelona dentro de su plan de entrenamiento realizara pruebas trail en nuestra isla. Ya ni les cuento si alguno de ellos participara en esta competición internacional, una de la más importantes Ultra Trail del mundo. Tener un evento deportivo de este nivel que en la pasada edición aportó a Gran Canaria 11 millones de euros es para frenar en seco y analizar qué estamos haciendo mal cuando sin apenas gran reconocimiento y esfuerzo, durante el 2015 Canarias recibió a más de 625.000 personas para realizar turismo activo. Si nos centráramos en vender nuestro destino por aquello que puede hacer el visitante seríamos capaces hasta nosotros mismos de valorar lo que tenemos. Me encantaría ver la cara de muchos grancanarios si les decimos que tenemos un festival de Ópera con la friolera de 49 años de edad y posicionado como uno de los más importantes de Europa. Lástima que no seamos capaces de incrementar la presencia del festival en la ciudad y que se respire ópera por sus esquinas. Les recomiendo, para quienes no hayan tenido la oportunidad de visitar Viena que lo hagan, saldrán impregnados con las mejores notas musicales que se respiran en sus calles. Tenemos que vender experiencias que vengan acompañadas de sol y playa, y no al revés. De lo contrario, cuando finalicen estos momentos de gloria auspiciados por las desgracias ajenas, les aseguro que pasaremos frío si no somos capaces de sentirnos orgullosos de estos eventos.
