En este tiempo de parálisis que sufre el crecimiento y el desarrollo de infraestructuras y actividades turísticas en nuestras islas, observo que todos culpamos de forma directa a muchos políticos y en ocasiones a funcionarios. Sin olvidarnos de que existe un gremio de asesores externos, con vocación de políticos frustrados, ocupando direcciones y gerencias efímeras. Este gremio de élite que gana mucho en las distancias cortas, con su gestión, en ocasiones de superioridad sobre funcionarios preparados y capacitados, son muchas veces los causantes de tal parálisis.
La semana pasada conversaba con un funcionario de carrera y me señalaba lo siguiente: "Este tipo de parásitos no solo intentan imponer su criterio al político, que en muchas ocasiones no tiene ni idea de su consejería, la cual parece que le ha tocado en un lote por sorteo, sino que además va en contra del criterio profesional del funcionario..."
Observándolo desde este punto de vista, podríamos concluir que la falta de gobiernos tecnócratas nos lleva a que muchos políticos, sobre todo en el sector turístico, se vean en la necesidad de contar con esta ´Élite Magnánima´ obstaculizadores de proyectos empresariales, en pro del lucimiento personal y perpetuación en el puesto como si del Camarlengo se tratara. ¿No será hora de comenzar a revisar las funciones y capacidades reales de esta ´Élite´ y dejar a los funcionarios de carrera que puedan desarrollar su trabajo? ¿Por qué nuestros políticos necesitan de esta ´Élite intermediaria´, acaso no están lo suficientemente preparados para el cargo que desarrollan?
Feliz Año Nuevo.
