Aristóteles definió el movimiento como el paso de la potencia al acto. Jesús Caramés es, en esencia, movimiento: un ejemplo idóneo del camino entre el pensamiento y la acción.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la necesidad de crear y convertir su cuerpo en transmisor de emoción y arte lo llevó al Real Conservatorio de Danza de Madrid para titularse en Coreografía y Técnicas de Interpretación. Se inicia así una búsqueda, un viaje para el autodescubrimiento, el conocimiento y el aprendizaje que lo ha llevado a estudios de Danza Contemporánea y Moderna en Nueva York, París, Lisboa, Barcelona, Madrid. Insatisfecho, perfeccionista, curioso, vivo, creador y creativo no se conforma con la potencia, con el diseño de la coreografía, sino que pasa al acto como bailarín, profesor de danza, director artístico, productor.
Sus pies han dejado huella y su frente sudor en las tablas de musicales, óperas, zarzuelas, en la pantalla del cine y la televisión. Hambriento y sediento de experiencias, su currículum se actualiza constantemente y se alimenta como intérprete, con su participación en espectáculos multidisciplinares de teatro, música, y con cursos y talleres de danza en centros de Canarias, Barcelona, Sevilla y Madrid.
Artista y comprometido, cree ciegamente en el talento de las islas y ha unido su esfuerzo al relanzamiento de la Asociación de Artistas del movimiento PiedeBase. Tanto derroche escénico, de energía y de vida lo llevan a buscar refugio y aire en uno de los emblemas de la capital tinerfeña.
Al fresco de los laureles de Indias de la Plaza del Príncipe, y contemplando el templete que sirve de centro a este antiguo huerto del convento de San Pedro de Alcántara, Jesús Caramés llena sus pulmones de paz y su cabeza de nuevos pasos.
Barraquito
Por amistad o por trabajo. Jesús dice que el olor y el sabor de un barraquito en el quiosco de la Plaza es el mejor ingrediente para cerrar un contrato o para reunirse con los amigos de siempre.El nombre
El Ayuntamiento de Santa Cruz pagó por los terrenos 90.000 reales al contado. Su nombre completo es Plaza del Príncipe de Asturias y fue inaugurada en 1860 en honor al Príncipe de Asturias, Alfonso XII.Curiosidad
La escalinata de la entrada de la Plaza tinerfeña está presidida por dos estatuas que fueron esculpidas y traídas desde Génova y que representan dos estaciones: la Primavera y el Verano.
