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CONTRA LOS PUENTES LEVADIZOS

El nacimiento de un arte

Cartel de 'El nacimiento de una nación',de D.W. Griffith. LA PROVINCIA/DLP

Todo el mundo sabe, a estas alturas, que los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo en 1895, "una invención sin ningún futuro", según ellos, que el futuro se encargaría de demostrar que estaban equivocados. La primera película rodada por los hermanos Lumiére, La salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon, fue estrenada el 22 de marzo de 1895, tres días después del rodaje, en una sesión de la Société d'Encouragement à l'Industrie Nacional. No obstante, la primera sesión pública se produjo el 28 de diciembre de 1895 en el Boulevard des Capucines, en París, donde, además de la mencionada, se proyectó la Llegada de un tren a la estación de La Ciotat, cuya mayor virtud fue convertirse en metáfora de algo con lo que Auguste y Louis Lumière no pudieron ni siquiera soñar.

Sólo un espectador virgen (y la virginidad es algo difícil de encontrar en la era digital en la que estamos inmersos) podría apreciar el impacto que produjo la visión de la Llegada de un tren a la estación de La Ciotat. Pero en cualquier caso, la película de los hermanos Lumière estaba muy lejos de ser cine. Si alguien está interesado en el ejercicio de imaginar cómo nació el cine como arte, yo le recomendaría que viera El nacimiento de una nación (1915) de D.W. Griffith, cuyo centenario se cumple este año. Según el escritor y crítico de cine James Agee, ver El nacimiento de una nación es "como ser testigo del comienzo de la melodía, o del primer uso consciente de la palanca o de la rueda; la emergencia, coordinación y primera elocuencia del lenguaje; el nacimiento de un arte".

Si hoy en día El nacimiento de una nación no goza de más consideración entre los entendidos (el célebre crítico Roger Ebert no la incluyó en la primera selección de Las grandes películas, en su lugar eligió otra de sus obras maestras, Lirios rotos, la primera historia de amor interracial del cine) es porque pesa sobre ella la acusación de ser la película que más hizo por "alentar actitudes racistas en Estados Unidos. [...] Algunas de las escenas más objetables del film muestran al Ku Klux Klan cabalgando al rescate de una familia blanca atrapada en una cabaña por negros sexualmente amenazantes", en palabras de Ebert. Pero debemos evitar a toda costa confundir la historia del cine con la historia de sus errores.

La visión de El nacimiento de una nación vale por todos los ensayos, análisis y teorías que puedan hacerse sobre el arte de hacer películas. Como todas las obras verdaderamente vanguardistas, sigue mostrándonos hoy todas las promesas incumplidas del cine. Griffith consiguió desarrollar su obra con independencia y libertad. Dice Godard, en Pensar entre imágenes, que "cuando estudiamos la historia de Griffith, vemos que estaba buscando algo en el momento en que halló el primer plano. No se trataba sólo de que necesitara estar más cerca de la chica que le gustaba, o algo así. Era porque, quince años después de Lumière, necesitaba un modo de cortar a través de la realidad. Pero puesto que no había ninguna revolución en Estados Unidos, estaba totalmente solo. Él era, de hecho, un reaccionario".

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