Hablamos con el sobre su proyecto expositivo, su gestión, el equipo con el que trabaja y la Revista Atlántica
Ninguna. O sí, publiqué en Atlántica y también en La costilla maldita y None is More de Francis Naranjo. Pero fuera de esto, ninguna más allá de la relación que tiene con una institución un estudioso del arte. A pesar de que el CAAM se estudia en Cuba por su vocación atlántica; como anécdota le cuento que como freelance envié dos propuestas pero no fueron aceptadas, y hablo de las retrospectivas de José Bedia y Ray Smith, quienes habían expuesto en el CAAM. No fue hasta que fui director que pude traerlos, por supuesto, con otros proyectos.
Después de cinco años en la dirección del CAAM todavía no ha concluido su proyecto artístico.
Este museo nació con una ideología ejemplar, de "estado de excepción" bajo la idea de "lo tri-continental" por la geografía canaria, por lo que regresar a la semilla originaria fue mi ideal para presentarme a la convocatoria donde exigían un programa expositivo y presupuesto estimativo para cinco años. Por ello elaboré un proyecto museológico de titulo Confluencias, integrado por 8 puntos ideológicos con 44 muestras de 6 ciclos (conceptuales, no temporales). Todo revisitando la tricontinentalidad en la Era Global. A día de hoy, no cambiaría ninguno de los objetivos marcados, quizás añadiría otros. El proyecto se ha cumplido en un 60%, sumamos varias itinerancias por ser el mejor modo de ahorrar e integrarnos en el circuito nacional e internacional. Tras observar el panorama insular añadimos artistas locales: 26 en total. Luego extendimos el tiempo expositivo y nos ajustamos a un nuevo panorama económico, a lo que se suma involucrarnos en San Martin CCC, lo cual no estaba ni planteado inicialmente.
¿Está satisfecho con su gestión?
Sí estoy satisfecho con la gestión realizada, fundamentalmente porque el museo ha retomado el rol protagonista que nunca debió perder en el panorama nacional e internacional. Según la crítica estamos entre los cinco primeros mejor valorados a nivel nacional y éramos el décimo cuatro o décimo tercero. Además nos hemos abierto a la ciudad, la isla, el archipiélago y retomado nuestra importancia en la Cuenca Atlántica. Entonces estoy tranquilo, pues parece que "algo bien" hemos hecho.
¿Qué cambios se han producido en el CAAM desde que usted dirige el centro?
Es como si se hubiese despertado de un letargo activándose toda su energía y las sinergias que generan alrededor su propia actividad. Se ha cambiado la dinámica de trabajo, se han desbloqueado "habitaciones estancas", nos hemos hecho más transversales, dentro y fuera de la institución. Y hemos activado el departamento de publicaciones y el DEAC.
Para algunos los museos son mausoleos y para otros centros comerciales. ¿Está muerto el concepto tradicional de museo?
Evidentemente que lo que se conoce como "museo estático" ha muerto. Pero España -por suerte generalizada- ha tomado distancia del paradigmático "museo franquicia/centro comercial" del maistream neoliberal.
¿En qué lugar estaría el CAAM?
No somos ni una cosa ni la otra, somos museos que tomamos como "modélico paradigma" el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, una institución activa donde se custodia y genera cultura, conocimiento, diálogo, publicaciones serias, donde se respeta a los artistas, a los comisarios y al público mismo. El CAAM está en esa tesitura conceptual y programática, por supuesto a menor escala. Tal vez deberíamos de potenciar más la investigación o alguna estrategia más interactiva y procesual, como ofrecer residencias de artistas e investigadores; pero en ello andamos. Primero hay que crear las bases, y en estos cinco años, creo que están listas.
Entre sus funciones de dirección está la de programar, dirigir y coordinar las exposiciones y actividades del museo, sus diferentes órganos así como su personal. ¿Cómo ha sido su integración en el equipo del CAAM?
Los dos primeros años me fue difícil, el problema era fundamentalmente mío, tuve que cambiar el chip de freelance a Director, además no pude "hacer equipo", algo que hicieron los directores que conozco -desde Manuel Borja Villel (Mncars) a Daniel Castillejo (Artium)-, pero actualmente mucho mejor. Aunque necesitamos más personal especializado en el departamento artístico, no tenemos conservador(a) Jefe, lo cual me parece un absurdo y únicamente tenemos dos conservadoras y una auxiliar, con la antigua actividad del CAAM puede que no se necesitasen más pero ahora sí. Casi no damos abasto, y no me parece justo saturar al equipo.
Si antes el CAAM contaba con seis historiadores por qué ahora sólo cuenta con dos. ¿No dificulta esto la gestión de los proyectos?
Claro que dificulta la gestión y también la investigación, la catalogación, las relaciones públicas, esta carencia lo dificulta absolutamente todo. Por ejemplo, nuestras conservadoras no viajan porque no tienen tiempo, no es una cuestión presupuestaria, es una cuestión de "tiempo logístico"; y así nos desvinculamos del cara a cara, de la visita a otros museos, a estudios de artistas, galerías, congresos, etc. A veces cuando planteamos esto nos dicen: "hagamos el trabajo por internet". Y es cierto que se puede avanzar virtualmente pero la red no sirve para todo, hay detalles que se escapan: la fragilidad de las obras, el peso. Por no hablar de la efectividad del "factor humano" que se extravía en el camino. Como he dicho en otras ocasiones "las instituciones no son caparazones vacíos, sino personas, profesionales, agentes culturales que allí desarrollan su labor".
Dirigir el CAAM es una tarea compleja. Sin embargo usted también dirige San Antonio Abad y San Martín. Háblenos de ello.
San Antonio Abad pertenece al CAAM desde su nacimiento, y desde que llegamos está en nuestra propuesta, de hecho hay proyectos como el Jesús Zurita o Fabián Marcaccio pensados ex profeso para SAA. Smccc está vinculado únicamente a nivel administrativo, yo no lo dirijo, sí asesoro lo relativo a Artes Visuales; en cambio, el equipo sí se encarga de administrarlo y coordinar toda su actividad, lo cual nos parece un poco abusivo. Con lo fácil que sería generar empleo, o vincular el espacio con la ciudad y la isla a través del concepto de "institución huésped" para darle cobijo a asociaciones o agentes culturales. Pero no todo es negativo, el centro tiene una actividad y un público fidelizado, y nos ha servido para revisar la colección y para acercarnos a una generación extraviada que "no son ni jóvenes promesas ni vacas sagradas", como es el caso de José Ruiz, Pedro Déniz, PSJM, Gabriel Ortuño, Augusto Vives e invitar a profesionales canarios a comisariarlos como Orlando Brito, Ángeles Alemán, Gopi Saragandani o tú misma. Un trabajo que nos ha ayudado a re-mirar y re-mapear el Arte Canario Actual, creando red de redes.
Hablando de redes, ¿qué conexiones existen entre el CAAM e instituciones culturales vinculadas al arte contemporáneo en el contexto español y Atlántico?
Hemos activado nexos con museos y centros de arte peninsulares como el Mncars, Artium, DA2, Ceart, Fundación Seoane o Matadero Madrid y la Sala Alcalá 31, en el archipiélago con el MIAC, el TEA, la Sala El Tanque, la SAC, el Instituto Cabrera Pinto o el Centro de Arte La Regenta, y fuera de España con la californiana Universidad de Stanford, el Het Domein Museum de Sittard, Holanda, el Museo de Bessansòn, de Francia, el Museo de la Ciudad de San Juan y el Museo de Arte Contemporáneo de San Juan, de Puerto Rico; gracias a las co-producciones e itinerancias, así como con participaciones puntuales en las Bienales de La Habana, Documenta y Venecia a través de Atlántica, pensada más como plataforma actoral que como espacio editorial.
'Atlántica' ha sido un foro activo de debate y ha dado vía libre a escritores y personalidades del mundo de la cultura internacional. La revista es, sin duda, un lugar de referencia dentro del arte contemporáneo, sin embargo se ha paralizado su edición. ¿Va a volver a salir la revista?
Retomaremos la publicación en papel, no ha sido efectivo su salto al universo digital, pues ha habido una equivocación conceptual, Octavio Zaya -su director- nunca ha planteado que desapareciera la física en virtud de la virtualidad sino que la virtualidad fuese un apoyo. Y así lo haremos. Volveremos sobre la Revista y apoyaremos a Octavio en todas sus decisiones.
¿Qué planes tiene para el futuro de la revista, va a reforzar la línea editorial?
La línea editorial la marca él, pues para eso es uno de los editores y comisarios españoles de más prestigio internacional, yo me limito a apoyarlo. Nos gustaría retomar las acciones en las bienales y sacar "Proyectos Editoriales Atlántica"; pero para esto primero deben regresar las aguas a su caudal, después de la marea del cambio político insular.
¿Puede ser el CAAM un trampolín hacia Europa para entender el arte iberoamericano y africano?
Definitivamente, aunque he de reconocer que África "es la espinita clavada en mi proyecto", por mi formación podría definirse mi perfil como un "americanista" no como un "africanista"; pero hacia potenciar nuestra mirada e intercambio con África debería ir el trabajo futuro. Al menos, para completar lo iniciado y convertirnos en una verdadera plataforma global -tricontinental- de lo Atlántico.
