La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Algo más que La Habana

Santiago, Trinidad o Camagüey compiten con la capital

Afirma un dicho popular que "Cuba es La Habana y el resto es zona verde", pero solo es otro cliché sobre el país. Cierto que es inconcebible visitar el país por primera vez y no reservar un mínimo de tres o cuatro días para conocer la capital, pero fuera de esa gran urbe queda un mundo por descubrir y disfrutar. Santiago, Trinidad, Santa Clara, Cienfuegos, Holguín, Camagüey, Matanzas, Pinar del Río, Bayamo, Baracoa o Sancti Spíritu también compensan el viaje por sí solas.

Todavía es una aventura cruzar el país de punta a punta, sobre todo si los traslados se realizan en vuelos internos o en tren, porque el concepto de puntualidad no está en el diccionario y protestar no sirve de mucho. La red de carreteras ha mejorado en los últimos años y hay tramos de autopistas en La Habana y Santiago.

El resto es otro cantar. Si se tiene prisa es un martirio, pero si se emprende el viaje con paciencia es una delicia observar la vida que se desarrolla junto a la carretera. Cada ciudad o pueblo es un parque temático, donde sus vecinos también se preparan para la avalancha turística que se avecina. Trinidad es la más adelantada, con una amplia oferta de hoteles y casas familiares que ofrecen cama y comida. El turismo es el presente y el futuro.

Leonis, licenciado en contabilidad con dos hijos, dejó de llevar los números en una empresa estatal y ahora se dedica a acompañar a los viajeros que visitan la reserva ecológica de Topes de Collantes, a 15 kilómetros de Trinidad. O a los que se adentran en la Sierra de Escambray, donde se refugiaron el Che y Camilo Cienfuegos antes del asalto a Santa Clara. Tras cuatro horas de caminata y frente a un plato de arroz con frijoles, Leonis confiesa que ha tenido bregar mucho para conseguir el trabajo de guía turístico.

Todo el mundo quiere estar cerca de los extranjeros y de sus propinas, que a veces equivalen al sueldo de una o dos semanas. Como el trovador Israel Moreno, que recorre los bares de Trinidad guitarra en mano para vender sus discos. Si se le invita a unas cervezas puede cantar medio repertorio de Silvio Rodríguez y, entre temas como Te doy una canción, El Mayor o La era está pariendo un corazón narra la vida de Silvio, de Pablo Milanés o de Noel Nicola, incluso episodios que no están en las biografías de los fundadores de la Nueva Trova Cubana.

Israel capta a los viajeros españoles con Serrat y Sabina, a los argentinos con Mercedes Sosa y a los chilenos con Violeta Parra. Incluso se atreve con Frank Sinatra. En un momento, sus canciones atraen a una decena de curiosos llegados de medio mundo, de Londres, Berlín, Toronto, Buenos Aires, Bariloche, Tokio?

Israel logra vender tres cedés en media tarde y los camareros del bar despachan una treintena de mojitos y cancháncharas a cuatro CUC cada uno, el equivalente a casi tres euros. Pequeñas fortunas si se comparas con el salario en pesos que paga el gobierno.

La música es por sí sola una razón para llegar hasta el Oriente, a Santiago de Cuba, donde nació la trova, el son y el bolero. Y cuna de Compay Segundo, Eliades Ochoa y Olga Guillot. La música es parte de Santiago, como la gente, las calles, los edificios o los árboles. Basta con pasear unas horas por el centro histórico para que el ritmo se quede metido en la cabeza durante varias semanas. La ciudad quedó medio destruida en 2012 por el paso del huracán Sandy, pero está en reconstrucción y con la vista puesta en el turismo.

Como Camagüey, que hasta hace unos años era un lugar de paso con poco que ofrecer y hoy recibe a centenares de extranjeros en su remozado centro urbano, con una calle entera dedicada a la industria del cine, incluida una réplica del Café de Rick en la película Casablanca. También aquí se agudiza el ingenio para sacar unos CUC a los turistas. Guillermo ha montado un negocio de la nada. Le basta una bicicleta. Puesto que los accesos desde la carretera central hasta los hoteles y monumentos están poco o nada señalizados, este joven busca turistas perdidos en las rotondas y los guía por un laberinto de callejones hasta su destino final. Si encima lo hace bajo una lluvia torrencial, nadie se niega a entregarle unos CUC por el servicio. Y ya tendrá un amigo para que le ayude a salir de la ciudad.

Compartir el artículo

stats