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medicina y Vida sana

Cáncer oral, factura de tabaco y alcohol

"Cualquier cambio de textura o color en la mucosa de la boca, y sobre todo las úlceras que no curan, deben ser valorados por un médico", subraya la cirujana maxilofacial Mercedes Pérez

El cáncer oral representa el tres por ciento del conjunto de tumores. Labios, lengua móvil, suelo de la boca, encías y mucosa bucal son algunas de las zonas afectadas por este tipo de cáncer, en el que el tabaco y el alcohol constituyen los principales factores de riesgo. Mercedes Pérez Rodríguez, cirujana maxilofacial.

"Cualquier cambio de textura o color en la mucosa oral debe ser valorada por un médico", indica la doctora Pérez, como preámbulo a una detallada exposición de esta enfermedad.

¿Qué es?

El concepto "cáncer oral" abarca aquellos tumores malignos desarrolladas a partir de la mucosa oral. Puede aparecer en cualquier lugar de la cavidad oral que engloba labios, lengua móvil, suelo de la boca, encías, mucosa bucal, trígono retromolar y paladar duro. El 90 por ciento son carcinomas epidermoides, con origen en el epitelio escamoso, seguidos por otros menos frecuentes de glándulas salivales, melanomas, sarcomas...

Causas.

La etiología es multifactorial. Existe una serie de factores que se relacionan con su aparición, además de una predisposición genética. Los factores de riesgo más importantes son el tabaco y el alcohol. En el caso del tabaco, el riesgo se relaciona con la duración y cantidad consumida, y es significativa la incidencia de cáncer de labio en fumadores de puros y pipa. En el caso del alcohol, también está en relación con la cantidad y con la graduación de la bebida. Ambos factores actúan de forma sinérgica, aunque cada uno es potencialmente carcinogénico. Otros factores son los traumatismos repetidos de la mucosa, ocasionados por una pieza dentaria en mal estado o una prótesis desajustada; agentes infecciosos como el virus del papiloma humano; deficiencias nutricionales; y la exposición solar, en el caso del cáncer de labio.

Prevalencia.

Suponen un tres por ciento de todos los tumores del organismo. Se estima que cada año se diagnostican en el mundo más de 575.000 nuevos casos de cáncer oral y la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé un aumento continuo de esta enfermedad. La localización más frecuente es la lengua, seguido del labio. La incidencia en España es de aproximadamente 7 casos por 100.000 habitantes/año, dato que sitúa a nuestro país en una posición intermedia en en el contexto de la Unión Europea.

Varones y mujeres.

Es más frecuente en varones a partir de los 40 años. Aunque hace 20 ó 30 años la relación hombre/mujer era de 3-4 frente a 1, en la actualidad este cociente tiende a igualarse a causa del mayor consumo de tabaco y alcohol entre las mujeres. Actualmente, la proporción es 2/1.

¿Factor hereditario?

En principio, sólo en raros casos se ha detectado un componente hereditario, pero sí puede haber una susceptibilidad individual a los agentes causantes de este tipo de tumor.

Hábitos perjudiciales.

Claramente si una persona tiene predisposición genética y se somete a un estilo de vida en contacto con los factores de riesgo mencionados anteriormente es altamente probable que desarrolle un tumor. Por lo tanto, es más frecuente en personas con hábitos tóxicos y que descuidan su higiene oral y el cuidado de su boca. En el caso particular del cáncer de labio, además de los factores mencionados influye el efecto de la radiación ultravioleta, más frecuente en personas de piel clara que se exponen a esta radiación de forma habitual, por ejemplo en algunas profesiones que trabajan al aire libre como marineros, agricultores...

Medidas preventivas.

Desde luego, es fundamental la prevención primaria que se encamina a disminuir la incidencia de la enfermedad, al evitar los factores que favorecen su aparición. Sobre todo no fumar, no beber, una buena higiene dental y oral, y evitar la sobreexposición solar en el caso del cáncer de labio. También es clave la prevención secundaria, que se refiere a la detección de la enfermedad en una fase temprana o precoz de su desarrollo, lo cual mejora el pronóstico en cuanto a supervivencia y resultados funcionales.

¿Acudir al médico?...

Cualquier cambio de textura o color en la mucosa oral debe ser valorado por un médico, ya que algunos tipos de lesiones denominadas precancerosas, como la leucoplasia, el liquen plano o la eritroplasia, tienen un riesgo potencial de malignización. Pero lo que más debe llamar la atención es la presencia de una úlcera (dolorosa o no) que no cura en 10-15 días. Otros signos de alarma son la presencia de anestesia y alteraciones en el habla o la deglución.

...¿A qué médico?

El diagnóstico y tratamiento temprano mejoran de forma importante el pronóstico de la enfermedad, tanto de cara a la supervivencia como a las posibles secuelas derivadas del tratamiento. Dado a que estos tumores se desarrollan en una zona del organismo facilmente accesible a la exploración, es posible su detección en las fases iniciales. Por eso los médicos de cabecera y los odontoestomatólogos son un pilar básico en el diagnóstico precoz. Ante cualquier sospecha, y toda vez que el tratamiento es eminentemente quirúrgico y/o radiotérapico, los cirujanos maxilofaciales, los otorrinos y los radioterapeutas son los profesionales más involucrados.

Cuando hay casos en la familia

El desarrollo de un cáncer oral como consecuencia de una predisposición heredable es poco frecuente, si bien es posible. En estos casos, es muy relevante -tanto para el paciente como para sus familiares- ser capaces de identificar esa predisposición, pues permitiría incluirlos en programas de diagnóstico precoz adaptados a sus riesgos específicos. Por lo tanto, ante una familia con varios miembros con cáncer -cáncer oral o en ocasiones tumores de otras localizaciones, molecularmente relacionados- es necesario considerar que la genética puede estar detrás de esa elevada incidencia y acudir a una consulta de consejo genético.

Tratamientos.

El tratamiento se basa fundamentalmente en la resección quirúrgica y en la radioterapia, utilizadas de forma individual o combinadas. La quimioterapia se utiliza en los tumores avanzados como tratamiento coadyuvante.

¿Avances inminentes?

Aunque aún queda mucho, los últimos avances en el campo de la genómica están permitiendo entender algunas de las alteraciones moleculares responsables de la génesis y progresión del cáncer. De la mano de este conocimiento, es razonable albergar esperanzas sobre el próximo desarrollo de nuevas estrategias para tratar de forma más eficaz esta enfermedad, así como prevenir su desarrollo.

Dudas habituales.

Los interrogantes que se plantean, lógicamente, son los derivadas de los factores favorecedores de este tipo de tumores, así como las distintas modalidades de tratamiento. Es clave, una vez padecido y tratado un tumor de estas características, la abstinencia absoluta del tabaco y del alcohol, así como una esmerada higiene oral. Las revisiones deben realizarse según criterio médico, aunque suelen prolongarse durante toda la vida.

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