Alegría entre los vecinos residentes en las 180 viviendas del Valle de Jinámar que próximamente serán rehabilitadas, en la zona conocida como Los 40. Además de la restauración en sí, es motivo de celebración para ellos también el hecho de que sea el Ayuntamiento la única administración pública que tendrá que aportar fondos en esta primera fase del Área de Rehabilitación Urbana (ARU), mientras que el Gobierno de Canarias, el Cabildo y los propios vecinos ya no tendrán que aportar cantidad alguna. Estos últimos se ahorran el pago de 215 euros que previamente se había acordado, una suma de dinero que no todos se podrían haber permitido con la situación económica actual. "Esta rehabilitación era necesaria desde hace ya tiempo, y lo mejor de todo es que nos quitan ese peso de encima de tener que pagar una parte; estamos muy contentos", declaró ayer uno de los vecinos, José Francisco Fernández.
El Ayuntamiento teldense adjudicó el pasado miércoles las obras a dos empresas de la Isla: Pinturas y Reformas Montelongo y Conypsa, que ejecutarán los trabajos en tres meses con 985.748 euros. A ambas les interesa contratar a vecinos del barrio para la ejecución de la reforma. "Es probable que se creen puestos de trabajo, lo cual será bueno para nosotros", opinó María del Carmen Fernández, vecina de la zona, que además subrayó que "ya bastante pagamos nosotros de impuestos, agua, basura... como para que nos hubieran hecho pagar esto también; al menos nos ayudan en algo".
Aunque, en general, los jinamenses afincados en estas casas se muestran satisfechos ante la decisión del Consistorio de ser la única administración que aporta fondos a la causa y que los exime así de tener que abonar una parte, son muchos los que entienden que es también una maniobra por parte de la corporación local debido a la cercanía en el tiempo de las próximas elecciones. "Me parece genial que lleven a cabo esta reforma, pero también puede ser una estrategia electoral por parte del Ayuntamiento", comentó Juan Santana.
Incluso, en relación a esto, no son pocos los que sacan a relucir el abandono que sufre Jinámar. Por ejemplo, Oswaldo Carrión, destacó ayer el hecho de que "de este barrio no se ocupa nadie hasta que llega la época de las elecciones, es una vergüenza; aunque, centrándonos en lo positivo, es estupendo que hagan ya esta rehabilitación".
Los obreros remozarán, concretamente, los bloques 31 a 47 ubicados en la calle Fernando Sagaseta, donde se construyeron estas viviendas hace más de 35 años. Las 180 casas objeto de atención inmediata se distribuyen en cuatro bloques, en los que hay un total de nueve portales. Con ellas se inicia un ambicioso plan de reforma que se prolongará durante al menos ocho años y que requerirá una inversión de 39 millones de euros. Los proyectos incluyen el acondicionamiento de la urbanización y la eliminación de barreras arquitectónicas que dificulten el acceso a los portales.
