"Siempre listos". En José Francisco Ortega, Manuel López, Victoriano Peña y Julio César González aún perdura el espíritu scout y su lema. Ellos pertenecieron a ese conjunto de seis adolescentes que fundaron el 19 de octubre de 1965 de la Asociación Scouts de Telde Wañak bajo la denominación Grupo de San Gregorio. Ortega recuerda que en aquella época estaba prohibido la asociación de personas, por lo que era necesario situarse cerca de la Iglesia para no levantar suspicacias. De hecho, el sacerdote José Gómez Galindo fue el el capellán y jefe de esta sociedad todavía en ciernes, donde se formó la primera patrulla bajo el nombre de 'Los Águilas'.
La idea de su creación surgió como consecuencia de la escasez de actividades en la Ciudad de los Faycanes en aquellos años. En aquel entonces, rememoran, la actividad estaba muy centrada en torno a la Organización Juvenil Española (OJE).
A punto de cumplir cinco lustros, esta asociación quiere celebrar su aniversario con la inauguración de un nuevo local. Tras años de mudanzas de un inmueble a otro, en los que han tenido un espacio en el que centralizar su trabajo por medio del alquiler o la cesión de edificios por parte del Ayuntamiento, el próximo 17 de octubre abrirá las puertas uno de su propiedad en la calle Fernando Esteve número 47. Se trata de una planta baja de unos 300 metros cuadrados desde donde se quiere liderar la recuperación del material, fotografías, cuadernos, banderines o libros de secretaría que se han ido perdiendo con el tiempo, unos recuerdos que forman parte de la memoria colectiva de las más de 2.000 personas entre 6 y 21 años que han pasado por sus filas.
Con el fin de lograr este objetivo, se han abierto varios canales de comunicación en diferentes plataformas sociales como facebook o flickr y se ha habilitado un correo. La intención es llegar a mayor número de antiguos exploradores posible porque, tal y como indica Juan Perera, ligado a esta entidad, "hay scouts de Telde repartidos por toda España y el resto del mundo".
Labor social
Los fundadores que asisten a este encuentro destacan la enorme labor social que llevan a cabo los scouts, dirigidos por monitores voluntarios que no cobran por su trabajo. "La finalidad es formar a ciudadanos para el mundo", sostiene Ortega al tiempo que González afirma que siempre se buscó la excelencia. "Nos divertíamos mucho, pero siempre se inculcó el valor de ser alguien en la vida, con independencia de la profesión que cada cual escogiera. Si ibas a ser zapatero, siempre había que tratar de ser el mejor", sostiene.
Así, tras su paso por las tropas, cada cual siguió su camino, llegando a convertirse en profesor, marino mercante, médico y director de banca. En el desempeño de sus funciones siempre han empleado el esfuerzo, la solidaridad, el cuidado hacia el medio ambiente, el trabajo en equipo y la cooperación al desarrollo que esta asociación ha impulsado, y lo sigue haciendo, desde Telde.
José Francisco Ortega apunta a que el grupo teldense se diferenciaba de los de Las Palmas de Gran Canaria en que era mucho más activo, puesto que las inquietudes de sus componentes siempre salían a relucir en cada evento, dando lugar a un sinfín de anécdotas que inundan de carcajadas los recodos de sus memorias.
La proyección de esta asociación es tal que existe lista de espera para ingresar en ella y se han realizado campamentos a nivel nacional e internacional, como en Japón. Entre risas, Victoriano Peña exclama su sorpresa. "¡Y antes nos quedábamos privados con ir a Bandama!", señala ante todos. Pero aunque cambien los nombres, los destinos o las técnicas, nunca se desvirtuará el espíritu de los scouts.
