El concejal de Medio Ambiente y Territorio, Álvaro Monzón, esbozó ayer, después de la celebración de la junta de gobierno, varias propuestas para que el Plan General de Ordenación (PGO) tenga mecanismos de control que eviten futuros problemas jurídicos o técnicos.
Una de las propuestas, según destacó, sería que el pleno de la corporación municipal se convierta en una suerte de vigilante del desarrollo del planeamiento de la ciudad, "ya que la idea sería que todos los partidos conozcan todos los detalles del documento y aporten sus propuestas". La otra proposición es la constitución de una comisión entre las distintas administraciones públicas para "que el Plan General no suponga problemas entre las instituciones por discrepancias en su redacción".
Asimismo, Monzón informó de que las alegaciones presentadas son 1.178, a las que habría que sumar las de los informes sectoriales que llegan a Planeamiento y que se estudiarán para ver si tienen cabida.