¿Cuándo supo que quería dedicarse a la música?
La música siempre forma parte de un músico, pero nunca me lo planteé de forma profesional. Estuve en el momento adecuado y encontré a la gente que necesitaba. Siempre he compuesto para mí, porque la música es una forma de desahogo. Entonces, conocí a Pablo Navarro, mi productor, vio mi trabajo y me dijo de hacer una maqueta. Empezamos con ello hace tres años y vimos que empezó a coger color y decidimos tomarlo más enserio, un trabajo digno que pudiéramos hacérselo llegar directo al público y, al final, con sudor, lágrimas y sangre lo hemos logrado.
¿En qué tramo del camino musical está ahora?
Estamos a punto de sacar el primer álbum, sacamos el single y tuvimos la oportunidad de que suene. Se utilizó en el Rally Islas Canarias en esta edición. Eurosport lo usó como tema principal del cierre del evento, algo que no voy a olvidar nunca, el que un canal internacional use de alguien que no es nadie todavía un tema para algo así. Ahora queremos quemar escenario, muero por tener mi público.
Sus temas, ¿todos en inglés?
Sí, canto y compongo en inglés. Me gusta cantar mis propias canciones, no ser intérprete, me considero cantautora, aunque mi estilo no es el típico que suele tener un cantautor, pero me gusta expresar lo que siento y soy más capaz cuando canto mis letras. En inglés por las raíces musicales que tengo. Mis grandes son de soul, almas del blues y te acostumbras a esa métrica, a ese sonido y te enamoras de él.
Cuando se le ve sin escucharla, es difícil relacionarla con el estilo y la voz que tiene, ¿cree que es un aspecto que puede sorprender a su público?
Claro. Tengo una voz rota, no busco esa limpieza musical, busco el mostrar lo que soy y me sale con esa voz. No es grave, pero sí característica de la música negra, por eso la gente muchas veces no es capaz de ubicar mi voz con mi apariencia, algo que me gusta. El afectarles así de alguna manera y que no sea lo que esperan, siempre es para bien, para mí es un halago.
¿Considera que tiene más posibilidades en el extranjero?
La música cada vez tiene un hueco mayor, porque estamos muy globalizados. Una persona tiene listas de reproducción con temas distintos, porque quiere música que les llene y yo quiero eso, un público al que mi música le transmita algo, y hay gente de cualquier parte a la que le puedo hacer sentir eso. En inglés es más fácil fuera que en Canarias porque es un estilo más internacional y no está tan arraigado, pero hay hueco, los corazones aquí son muy grandes.
Entonces, ¿se ve fuera?
Soy una ciudadana del mundo. Me veo fuera porque puedo tener más cabida. Fuera de Gran Canaria, el mundo es muy grande y yo espero tener hueco en muchos sitios, no me veo en uno en particular, sino ir dejando huella. Me gustaría tocar a personas que necesiten mi música como a mí me ha pasado con otros artistas porque han sido lo que he necesitado.
¿Cuál ha sido su trayectoria en este mundo hasta ahora?
He hecho muy poco, me lo he guardado mucho para mí. He participado en concursos como intérprete musical, en algún proyecto de musicales de algún tributo o en algún acústico, cosas pequeñas porque he estado guardando mis ganas para esto, para darlo todo junto. No soy una persona de medias tintas, soy de explotarlo todo.
¿En qué se diferencia de otros artistas con el mismo estilo?
En que soy otra persona, hablo de mi vida, mi experiencia, cada uno tiene sus dolores en el corazón y los míos nadie los ha vivido, le doy cinismo e ironía a ese dolor. Intento sacar humor donde parece que no puede haberlo, porque hay que seguir luchando, y mi música es igual que yo en eso.
¿A qué se dedicaba antes de empezar este proyecto?
La formación siempre ha sido importante para mí por la madurez que da, incluso estoy terminando un máster en administración de empresas. Estudié Turismo, he sido una mujer de completarse, con trabajos muy dispares que no tienen que ver unos con otros pero que siempre me han exigido mucho, porque me gusta entregarme. He trabajado desde hoteles, de comercial, de escaparatista, en el Rally, de lo que haya sido necesario. Vivir de la música es mi sueño.
¿Cuándo cree que habrá conseguido su meta?
El día que yo pueda ver en un escenario que llego a la gente, que cantan mis canciones sin proponérselo, con los ojos cerrados, ese día me sentiré orgullosa, porque lo único que he intentado es crear en otras personas lo que otros artistas hicieron en mí, y ese será el día más feliz de mi vida, el día que pueda ver que he llegado al público.
¿Qué pasos le quedan por dar de ahora en adelante?
Estamos moviendo digitalmente el producto, porque al ser de habla inglesa creemos que el mercado digital responde mejor que el físico por la limitación geográfica. Estamos intentado en Canarias rodar esta parte de mí, porque soy de aquí, es mi gente y me gustaría que mi gente me conozca, y tocar puertas en el extranjero para que nos den posibilidades de continuar. Tenemos contactos en Nueva York y en Los Ángeles, a ver hasta dónde podemos llegar, pero estamos empezando, cogiendo carrerilla y para adelante. Hablo el plural, porque aunque el producto es Nia Verona, hay mucha gente que ha apostado por mí y soy todas esas personas.
¿Con qué palabra definiría lo que es para usted la música?
Lucha. Lo he dado todo por ella, y duele. La vida en sí es una lucha, que es de lo que hablan mis letras. Tengo claro lo que soy y que quiero escupir lo que tengo en el alma.
¿Aconseja a cualquiera a seguir siempre sus sueños?
Sí. Nunca debemos de quedarnos con cosas por hacer. No sé hasta dónde voy a llegar, si mañana todo el esfuerzo que he hecho no me servirá para nada, pero si sé que nunca me voy a quedar con la sensación de que tenía que haberlo intentado. Sabré que lo que quería era hacerlo dando lo mejor que pudiera dar de mí, nunca voy a decir que podría haberlo hecho mejor. Creo que se debe luchar por los sueños y darlo todo, es algo que no te lo va a quitar nunca nadie.
