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Poemas a la tenue luz de la Luna

Olga Margot Chulani presenta en Telde su primer libro de poemas en solitario después de publicar 24 obras en sendas antologías - Tiene en la 'cocina' otros cuatro ejemplares

Olga Margot Chulani muestra su libro durante la presentación en la ermita de San Pedro Mártir. ANTONIO ALÍ

En su bagaje literario lleva nada menos que 24 libros, todos ellos integrados en antologías poéticas o de microrrelatos. Ahora, sin embargo, ha decidido volar sola y ha publicado su primer libro en solitario, Tardes de luna, un poemario que entronca con otra de sus grandes pasiones: la playa y sus bellos atardeceres que le han inspirado para crear unos poemas de lenguaje sencillo y donde expresa sentimientos de una persona o de un árbol, temas de todo tipo.

La ermita de San Pedro Mártir, en el barrio de San Juan, fue el lugar elegido la pasada semana para la presentación de su obra, ya que no en vano tiene una dilatada relación con Telde. Empresaria y copropietaria con su marido de Bazar Olga, un comercio hindú que el próximo año cumple 40 años en el municipio y que es un referente en la zona comercial de San Gregorio.

Olga Margot Chulani, nacida en Las Palmas de Gran Canaria, es miembro de la NACE (Nueva Asociación Canaria para la Edición), un colectivo donde sus socios y simpatizantes se dedican a escribir relatos que no superen las 100 palabras, luego leídos en la radio los viernes y, finalmente, publicados en un volumen anual cuyos fondos por las ventas se destinan a una asociación benéfica, una distinta cada año. El año pasado se donó lo recaudado a Yrichen, aunque también se ha colaborado con Cáritas, entre otras organizaciones no gubernamentales.

El poeta Khalil Gibran, Ghandi, Martin Luther King le gusta por como hablaba y por sus frases o Antonio Machado son algunas de las influencias que reconoce en su obra. Pero también tira para su tierra natal y destaca la obra de Josefina de la Torre.

En su faceta de prosa, Chulani escribe relatos y microrrelatos y aborda varios temas, aunque admite que le atrae mucho el relato de novela negra, algo macabro, no tanto de hechos sangrientos, sino donde el suspense sea el hilo conductor de la trama. Pero ese gusto por la novela negra no le viene de ver películas, ya que afirma que va poco al cine y solo cuando algo le interesa mucho. No le gusta para nada las películas de terror, aunque se aventura con historias cercanas y algo truculentas.

Así, recuerda una en la que hizo protagonista a su amiga Olivia, un relato de dedos cortados y pegados, conservados en formol. Mientras habla de este texto sonríe por la ocurrencia, pero lo que escribe lo hace con documentación. Habla con médicos, con forenses, en los tanatorios para saber de lo que escribe y ofrecer así al lector un final abierto, que se quede pensando y que sirva para compartir la información dada.

En este estilo destaca la obra de Moisés Morán Vega, "un joven autor canario que escribe muy bien y estoy a punto de comprar su última novela porque debe ser buena. Compro también bestsellers, pero en los últimos tiempos me gusta leer autores canarios".

En su primer libro en solitario, aunque ya tiene en mente publicar otros cuatro, "pero sin prisas", Olga Margot Chulani adelanta que los lectores se encontrarán con "poemas de emoción, profundidad en los sentimientos, con vivencias personales y de otras personas y seguro que habrá quien se indentifique con algún verso o poema de Tardes de luna".

Define su lenguaje nada académico porque su anhelo es llegar a la gente de la calle, "a la señora que veo todos los días limpiando la escalera de mi calle, al tendero, a la gente del pueblo, la gente de diario, no los escritores, no es una cuestión de ganar dinero".

La playa, donde saca muchas historias observando a la gente, es uno de sus lugares preferidos para relajarse e inspirarse. No descarta saltar de la poesía y el microrrelato a la novela. Ya tiene el tema.

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