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Entrevista a Patricia Campos Domenech

"Como mujer deportista y con estudios, intento servir de estímulo en África"

"Me gustaría crear una escuela en ell continente vecino para que los niños tengan acceso a la educación", confiesa la primera mujer piloto militar de reactor en España, entrenadora de fútbol y voluntaria en Uganda

Patricia Campos antes de jugar el partido benéfico por Uganda en el Barrio Atlántico, en la capital. QUIQUE CURBELO

Lleva años ayudando al pueblo de Uganda como voluntaria.

Así es, durante mi estancia en Uganda doy clases de castellano y de primeros auxilios por la mañana, y por la tarde entreno a tres equipos de fútbol diferentes: uno de niños, otro de niñas y otro de mujeres con sida.

¿Recuerda cómo comenzó con su labor en África?

Sí, en el 2014 empecé, la última vez que fui fue en julio de 2016 y ahora vuelvo a donde quiero, desde Gran Canaria, el próximo domingo 5 de enero.

¿Cuándo llegó a la Isla?

Llegué el domingo y además de participar en el partido de fútbol benéfico, he aprovechado también para presentar mi libro Tierra, mar y aire.

¿En qué consiste su obra?

Es una autobiografía fresca y pura que cuenta mis vivencias, desde mi infancia pasando por mi primer viaje a África, y habla de lo que he experimentado por ser mujer y homosexual a lo largo de mi carrera. Cuento mi transcurso por la universidad, el ejército y después en el continente africano, donde la homosexualidad se condena con una violación colectiva entre tres o cuatro hombres o, si eres hombre, te queman en una hoguera. Cuento que sobre todo las mujeres somos capaces de conseguir nuestros sueños siempre que luchemos, le pongamos empeño y saltemos las barreras que nos podamos encontrar.

'Tierra, mar y aire', ¿aire por ser la primera mujer piloto militar de reactor en España?

Sí, el aire simboliza mi pasado como piloto militar, el mar mis sensaciones cuando descubrí mi tendencia sexual y las emociones que viví y sentí en ese momento, y tierra por mi paso por África. La verdad es que ser la primera fémina piloto en España es un sueño hecho realidad pero, más que algo para mí, se trata de decirle a la sociedad que las mujeres estamos ahí, que somos grandes profesionales y que no hay nada que nos impida cumplir nuestros sueños.

Además, es la primera entrenadora europea profesional de fútbol en Estados Unidos.

Así es. Pedí una excedencia a las fuerzas armadas en 2013, me saqué la licencia americana de fútbol y me fui a California a entrenar. El año pasado me salió una oferta en Hawái y estoy en un club como entrenadora. Tengo que decir que estoy muy agradecida a la sociedad americana por abrirme las puertas sin conocerme para poder vivir del fútbol, que es mi pasión.

¿Había estado con anterioridad en Gran Canaria?

Sí, como piloto militar he estado mucho en Gando, porque cada dos meses volábamos bastante. La Isla me encanta y, además del tiempo que tienen aquí, me quedo con la gente, que es muy acogedora y cariñosa. Igual que cuando veníamos de misión a Gando y nos arropaban personas tan estupendas.

Está visto que le gusta recorrer mundo.

Soy una persona a la que le gusta conocer diferentes culturas, y si para eso tengo que viajar, pues lo haré, siempre con actitud positiva y dispuesta a llenarme de las experiencias que me voy encontrando por el camino.

De las que se ha encontrado, ¿hay alguna que la haya marcado de manera especial?

África me ha marcado. Sus risas, sus cánticos y sus lágrimas me han contagiado, e intento aprender de su realidad y saber cuáles son sus necesidades para cuando vuelva a Europa poder ayudarles.

La vida en África es muy diferente a la que disfrutamos en Europa, ¿sus habitantes le han dado lecciones de vida?

Sí, y me ha marcado, sobre todo, la vida que llevan las mujeres, puesto que son considerabas como ciudadanas de segunda categoría, se arrodillan delante de los hombres, a las niñas con siete años las obligan a casarse con señores de 40 años, y muchas cosas más. En Uganda se vive una situación muy negativa para las féminas.

Cada vez que aterriza en el continente vecino, ¿lo hace con objetivos fijados?

Intento que encuentren su sentido de la vida dentro de esa tristeza y la miseria, puesto que no tienen para comer, beber, vestirse o incluso carecen del derecho a la educación. Así, estando allí, voy con intención de aportarles un poco de felicidad y un punto de vista diferente para que crean que pueden ser capaces de optar a más que a la vida que se les obliga a tener, sobre todo a las mujeres, que tienen que estudiar, hacer deporte y luchar. Que nuestro estímulo, como féminas que hemos estudiado y hacemos deporte, les sirva para saber que hay mucho más fuera de lo que conocen de su sociedad y que pueden llegar a ello.

¿De dónde ha sacado su fuerza para llegar a donde está?

Me gusta soñar y cumplir mis sueños y creo que todas las mujeres tenemos el potencial de hacerlo a pesar de los obstáculos.

¿Le quedan sueños todavía por cumplir?

Me gustaría crear una escuela en África para que los niños tengan acceso a la educación, porque esto es lo que permite llegar a la información y, por tanto, lo que te deja avanzar en la vida y tener un futuro próspero.

Su libro es una de sus metas alcanzadas, ¿cómo se le ocurrió llevarlo a cabo?

Sentía la responsabilidad de hacerlo, porque han muerto muchos hombres y mujeres para que tengamos los mismos derechos. Tenía que hacer algo para decirle a la sociedad que soy mujer, homosexual y que he vivido estas experiencias que pueden servir de apoyo para otros, para que vean que los sueños se pueden realizar.

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