La Plataforma Rotonda de Caserones Ya considera que el consejero de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, el socialista Ángel Torres, intenta evitar que se pueda construir en la carretera GC-80 la glorieta que demandan los residentes de Caserones Bajo. Un portavoz de esta plataforma vecinal alega que "pese a que el presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha instado a una solución a esta demanda, el consejero no hace caso a las peticiones y ni siquiera se ha molestado en reunirse con nosotros, cosa que sí ha hecho el presidente de la corporación insular".

Los vecinos integrados en esta plataforma consideran que Torres no acepta otra posibilidad que no sea la construcción de un vial que les obliga a transitar más de kilómetro y medio para dar la vuelta y dirigirse al centro urbano de Telde. "Pese a que el Consejo Insular de Aguas ha expuesto que la rotonda que solicitamos es viable, desde Obras Públicas siguen sin atender a razones. El Consejo ha dicho que esa obra se puede hacer con la canalización del barranco, como ha ocurrido con tramos de la circunvalación del municipio y en todo caso a la espera de un estudio hidrológico sobre los 500 años del discurrir del agua".

Sin embargo, desde el departamento que dirige Torres, en opinión de los vecinos de Caserones Bajo, no se tiene en cuenta este análisis y se intenta obstaculizar esta iniciativa. Así, según han explicado, han instalado medidores del aforo del tráfico en esta carretera y su incidencia en el barrio, pero consideran que se ha hecho de forma deliberada para que los datos no reflejen la realidad. Afirman que se han colocado estos dispositivos justo antes del cierre de la GC-80 este jueves por obras de repavimentación de la vía. "De esta manera las mediciones", explican, "no presentarán los datos reales del tráfico que se produce en esta zona y se utilizaría de argumento para defender que la rotonda no es necesaria y que se debe realizar el vial que proponen".

Sin embargo, la plataforma a favor de la rotonda de Caserones no pierde las esperanzas y confía en que la intervención del presidente del Cabildo y la realización de otros estudios técnicos sirvan para conseguir su objetivo. De hecho, un portavoz de los vecinos argumenta que una de las formas de eliminar la peligrosidad en esta vía, si no puede ser la rotonda, es la creación de un óvalo de unos 22 metros que salve la salida del barrio y mejore la seguridad vial.

En este sentido, la solución pasaría por expropiar una vivienda que produce el estrechamiento de la carretera y dejaría la visibilidad y la realización de maniobras de los vehículos mejor que en la situación actual. "Si no puede ser la rotonda, estaríamos dispuestos a ver la posibilidad de que sea un óvalo la alternativa a nuestra petición si como aseguran los técnicos se puede hacer esta obra".

Mientras, la jornada del jueves supuso a los conductores que se dirigían hasta Higuera Canaria un desvío de su habitual ruta para continuar su trayecto. Hay quien tuvo que recurrir a la carretera de Valsequillo para salir del barrio y otros, como en Caserones Alto, desplazarse hacia la carretera general de Jinámar para llegar al centro urbano de Telde.

Pendiente queda en la GC-80 la prometida construcción de las paradas de guagua con marquesina demandadas por los residentes desde hace años y que con las gestiones del Partido Socialista en Telde parece que se convertirán en una realidad. La vía, no obstante, ha recibido inversiones este año.