Hace poco más de un año, la UD Las Palmas volaba. En su partido de presentación ante el Marítimo de Funchal el curso pasado, el equipo amarillo, prácticamente con los mismos futbolistas, deslumbró a una afición herida víctima del desastre del 22-J. Ayer, con un ascenso a Primera y, por ende, un panorama más favorable, la UD no pudo hacer lo mismo.
Mientras el resto de la institución se ha preparado para dar ese paso con un Estadio que toma forma, unos accesos y unos aparcamientos mejorados o una presentación previa de los futbolistas más engalanada, el fútbol de los de Paco Herrera, de momento, parece ser presa del 21-J. Estancada, a falta de nueve días para el inicio de Liga, la UD tiene mucho por delante que mejorar.
Ayer, en la vuelta de la IV Copa Mahou, la UD demostró una vez más en esta pretemporada que está lejos del nivel que debe ofrecer un equipo de la Liga BBVA. Impotente ante un rival de menor categoría como es el CD Tenerife, la escuadra amarilla no generó un juego que plasmase esa diferencia. Incapaces de crear fútbol en el centro del campo y sin una salida fluída desde la defensa, la UD se apagó.
Entre esa penumbra, un único hombre consiguió iluminar, por momentos, el juego grancanario. El mediapunta Jonathan Viera, con su talento natural, se conviritó en el futbolista más trascendente del juego amarillo. Concretado su fichaje este verano desde el Standard de Lieja tras su periodo de cesión en el mercado de invierno pasado, el de La Feria puso algo de luz en el oscuro fútbol de la UD.
A Jonathan se le ve con ganas. Las mismas con las que saltó al campo en el día del ascenso contra el Real Zaragoza. Esas mismas que le hicieron venir para quedarse, como él mismo ha reconocido de forma pública en varias ocasiones. Sin ser surtido de balones desde la medular, el canterano bajó y recibió, mientras se movía con libertad por la zona de tres cuartos. Partiendo desde la izquierda, conquistó el ataque insular. Sólo cuando el balón pasaba por sus piernas generaba inquietud en el Tenerife.
Además, guarda aún esa punta de velocidad que le hizo dar un paso adelante en la carga de responsabilidad en el tramo final del curso pasado. Una parte del campeonato donde se vio al mejor Jonathan Viera y que con su conexión con Sergio Araujo sostuvieron a la UD en unas jornadas decisivas. La pretemporada, un ingrediente clave con el que Viera no ha contado en las últimas campañas, está ayudando a que su magia quede arropada por el físico que hace más brillante su fútbol.
La actuación del '20' fue de lo poco potable en un partido turbio de la UD. Al menos de aquellos que se supone -a juicio de las palabras del entrenador- que tienen más papeletas para empezar la temporada. En defensa, Pedro Bigas transmitió buenas sensaciones. Su pareja, Aythami Artiles, tocado, no rindió al nivel y falló en el gol. Los laterales Dani Castellano y David Simón tampoco tuvieron su noche.
Ni siquiera Sergio Araujo, el hombre de los 25 goles, estuvo fino. Sin embargo, la UD Las Palmas aún mantiene un margen para intentar llegar con más certezas que dudas al Calderón el próximo 22 de agosto, día donde el Atlético de Madrid medirá el nivel real de los amarillos. Hasta entonces, tres tropiezos -dos contra el Tenerife y uno ante la UD Almería- siembran dudas. Unos tachones a los que el club insular puede corregir si consigue convencer ante Rayo y Tetuán. Al menos, para encarar con otra cara el estreno en Primera.
