La empresa encargada del mantenimiento del césped del Estadio de Gran Canaria, maltrecho desde inicio de temporada, comenzó ayer un proceso de regeneración de la hierba desde la raíz hasta la punta. El próximo partido en el recinto de Siete Palmas será el domingo 25 de octubre contra el Villarreal, por lo que hay tres semanas para mejorarlo.
El tratamiento, siempre en concordancia con el club amarillo, incluye un resembrado de 900 kilos de semilla y cuidados especiales para aumentar el nivel de autodefensa, de enraizamiento y de adaptación de la hierba a las condiciones del entorno.
Un contexto que es tremendamente complicado por las obras. Expertos en la materia señalan que lo que más perjudica el mantenimiento es el polvo que provoca el acercamiento de las gradas, incluso por encima de las fuertes temperaturas veraniegas. Un daño colateral para que no le queda más remedio que asumir al club hasta el mes de enero, fecha en la que concluirán las obras.
La Sur, abierta en breve
Se espera que las gradas ya estén a punto para el primer duelo de la segunda vuelta frente al Atlético de Madrid. De hecho, el anillo inferior estará ya abierto al público a partir de alguno de los dos próximos partidos en casa. Esa celeridad en las obras pasa factura al césped del recinto, que no se vio tan afectado la temporada pasada ya que el ritmo y el movimiento era mucho más bajo al de los últimos meses.
Así, todos trabajan en una solución a la vez que admiten que el césped no estará en plenas condiciones hasta que finalicen las obras. Y todavía falta todo el anillo inferior de Tribuna.
Han sido continuas las quejas hacia el césped desde el inicio de temporada, tanto por parte del club como del cuerpo técnico y los jugadores. Desde el mes de agosto la pelota está en el tejado de la entidad amarilla, que llegó a un acuerdo con el Cabildo para ser el responsable del mantenimiento del césped. Así, en estas circunstancias, incluyendo que desde Gran Canaria no se pueden importar tepes de césped natural por cuestiones aduaneras, la única solución es la de la paciencia. Y en eso está la UD, a la espera de que el tratamiento de regeneración y la previsible mejoría de la temperatura alivie el problema hasta enero.
