La nueva etiqueta del marqués. De estrella a pieza de un engranaje ofensivo de vanguardia, en pleno proceso de consolidación. La mutación de Jonathan Viera. El genio de La Feria, la gran estrella de la UD en el inicio del curso (fue nombrado en el Once Ideal de la Liga de la 2ª jornada con Navas, Juanfran, Vermaelen, Fontás, Koke, Saúl,James, Bale, Lucas Pérez y Nolito), respira encorsetado en la banda izquierda. Además, ahora cuenta con más responsabilidades defensivas y presión. Alejado de la mediapunta y con libertad, parece que se pierde el sello universal de magia del isleño.
El aterrizaje de Setién, con nuevo sistema (4-3-3 o variantes como 4-1-4-1) ha desplazado a Viera a un costado. Su espacio se reduce. Los dos últimos choques de Liga ante Villarreal y Real Madrid valen como referencia: su huella de calor respira pegada a la línea de cal. En dos batallas, en las que solo en el Bernabéu pudo dejar muestras de su clase. Un caño a Casemiro, y un misil desde el corazón del área generó el pánico en el templo blanco en el primer acto. Vigilado por Danilo, apenas de dobló con Willian José o El Zhar para modificar su posición inicial.
Levante, Sevilla y Barça
En la segunda jornada, ante el Levante en el Gran Canaria, Viera brindó un recital. Con Herrera, que puso en liza un 5-3-2, jugó como referencia ofensiva junto a Araujo. El mapa de calor de su intervención desvela como se movió con libertad por la izquierda, centro y el flanco derecha del ataque. En idéntica situación que en la quinta jornada ante el Sevilla, en la única victoria amarilla en la competición. Sin responsabilidades defensivas y con amplitud de miras, sembró el pánico.
El de La Feria, que batió a Bravo en el Camp Nou, ha sido titular en las diez jornadas de Liga con 878' -cerca del club de los 900, como Bigas o Simón que lo han jugado todo-. Y fue ante el Barça cuando llegó su última gran actuación (6ª jornada). Hizo las delicias de los fieles más poéticos, brindado detalles técnicos y desborde ante la zaga azulgrana que saltó por los aires. El naufragio en Getafe, hace dos jornadas, supuso el fin del antiguo régimen de Herrera y aceleró la reconversión de Viera, al nuevo ideario táctico.
Con el 4-3-3, Vicente, Roque y Hernán portan el timón. Dirigen el juego, mientras El Zhar -derecha- y Viera esperan en la banda. Con Willian José como único nueve, Viera pierde brillo. Ofrece batalla y combate pero la UD añora la huella del monarca, que ahora se viste de oficinista del rigor en la nueva era.
El ejemplo del gladiador
Vitolo fue traspasado al Sevilla en junio del 2013. El grancanario, gracias a la mano de hierro de Emery, que se esforzó en mostrarle el camino del trabajo defensivo en la banda, llegó a la condición de internacional con Del Bosque. Ganador en dos ocasiones de la UEFA, Vitolo se ha convertido en una máquina perfecta. Emery cambió a Vitolo. Potente y elegante en la UD, en el Sevilla descubrió que defender abre puertas.
