Un pacto entre caballeros. La renovación de Tana -que termina contrato en junio de 2016- con el cuadro amarillo está apalabrada y solo pendiente de la firma. El atacante de 25 años del barrio pesquero del Polígono de San Cristóbal firmó una actuación estelar el pasado viernes ante la Real Sociedad, con una gran asistencia a Araujo. La entidad amarilla ya había apalabrado las condiciones de la operación a mediados de octubre, cuando el isleño aún no había debutado en Primera. La llegada de Setién ha provocado que Tana pase de mimbre residual a protagonista con 202' en las últimas tres jornadas de Liga.
El atacante se mostró ayer optimista y convencido en que todo cristalizará de forma positiva para las dos partes. "Pronto se solucionará (...) Siempre lo he dicho, el club me ha apoyado en todo momento. Ahora que las cosas van mejor estoy devolviendo esa confianza depositada en mí. Tanto el presidente Ramírez, como Toni Cruz -director general deportivo o Luis Helguera -secretario técnico- me he sentido respaldado. La renovación está ahí, el club quiere y yo, por supuesto también. Si las cosas siguen así pronto se cerrará. Ahora con los minutos jugados todo será más fácil".
Tana debutó con Sergio Lobera ante la SD Eibar en agosto del 2013 en el Gran Canaria. En esa temporada 2013-14 acabó con 25 partidos. Ya en la siguiente, con Paco Herrera, solo jugó tres (solo uno de Liga). Las lesiones -fue operado de pubis- y la falta de confianza del técnico catalán le llevaron al ostracismo. Pero en pretemporada todo cambió, superó el corte (de jugadores que salieron cedidos) y se ha hecho importante tras el aterrizaje de Setién. Del silencio a la fama.
Más maduro, más letal
Ahora vuelve a sonreír pero lo hace desde la madurez. Sin rencor: "Todo ha cambiado mucho, ahora estoy disfrutando y hay que seguir para que el míster confíe en mí (...) Me salió un buen pase -a Araujo-, tengo que aportar esas cosas al equipo, juego ofensivo, pases y marcar goles". Respira en un estado de felicidad extremo: "Estoy disfrutando mucho del fútbol".
El isleño advierte que está en fase de crecimiento y que tiene lo más importante: "sentirme con confianza". "Ahora se ven las cosas de otra manera, me siento importante y todo se ve distinto. La confianza en el fútbol vale muchísimo. Hay que trabajar para que las cosas sigan saliendo bien porque no hemos hecho nada. Esto es solo el inicio".
Ha superado el calvario de las lesiones: "Físicamente me encuentro muy bien y futbolísticamente espero ir a más e ir cogiendo más confianza y hacer más cosas (...) Solo quiero ayudar, desde la humildad y el trabajo constante". Y resalta la importancia moral de batir a la Real Sociedad: "Podemos coger alas, si hubiéramos perdido serían semanas complicadas y más con el parón -la Liga regresa el próximo sábado 21 de noviembre-. El equipo está creciendo y aún estamos asimilando los nuevos conceptos del míster Setién y si seguimos jugando así de ordenados; nos irá bien".
Borra el término venganza de su diccionario. Compite fuera del rencor. "No hay venganza, cuando todo va bien la gente se sube al carro y cuando estás mal, a la gente le gusta meter el dedo en la herida. Siempre he confiado en mí con el apoyo de los que me quieren. Y desde luego que no hay venganza para nadie". Está muy cómodo con la propuesta del toque de Setién en esta revolución poética: "Todos queremos tener el balón, llevar la iniciativa y correr. Es el camino".
Descartado por decisión técnica en las primeras 8 jornadas, ahora es la sensación. Diamante hasta 2018. "No nos fallará", dicen en el club sobre la renovación. De las tinieblas a asistente de lujo. Cuestión de fe.
