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UD Las Palmas Análisis

La revolución de Setién

El nuevo entrenador encuentra su once tipo, que cuenta con siete cambios entre jugadores y posiciones con respecto al de Paco Herrera

La revolución de Setién

Quique Setién ya tiene a su tablero ideal, ese que ha repetido en dos de sus tres encuentro al frente de la UD Las Palmas. Una alineación que ha sacado cuatro puntos en el Estadio de Gran Canaria y que presenta siete variaciones, entre alteraciones de piezas y de posiciones, con respecto a la de su predecesor en el cargo. Desde el cambio de sistema hasta el rescate de Vicente Gómez y Tana pasando por la continuidad para El Zhar y Garrido. Es la revolución de Setién, amante del ajedrez. Y de momento su jugada maestra surte efecto.

Los cambios en el banquillo suelen ir acompañados de variaciones en un equipo. Los caminos elegidos por el técnico entrante de turno pasan normalmente por la elección de algún efectivo que se había perdido y a veces también por un retoque en el dibujo táctico y quizás en la filosofía de juego. Pero menos habitual es el caso en que el volantazo abarca tantos aspectos como el que está dando Quique Setién en la UD Las Palmas. Su giro va en todas las direcciones. Con el cántabro el conjunto insular ha pasado del 5-4-1 al 4-2-3-1, de no complicarse en la salida de balón a sacarla en corto tomando riesgos y hay efectivos que tienen un papel totalmente diferente. De su mano han llegado cambios en la idea, en el sistema y en los jugadores preferidos. La UD Las Palmas es otra.

Así, del once elegido por Paco Herrera solo conservan un idéntico rol o al menos uno bastante similar Javi Varas, David Simón, Jonathan Viera y Sergio Araujo. Hay otras tres piezas que se mantienen entre los elegidos pero han vivido un cambio drástico. Desde los centrales Aythami Artiles y Pedro Bigas, que antes se encontraban más protegidos en compañía de Antolín Alcaraz, hasta Roque Mesa, que actuaba en una posición más adelantada y escorada y ahora forma parte del doble pivote.

Cuatro repescados

De esta manera, los cuatro jugadores a los que más les ha mejorado la vida es a Javi Garrido, El Zhar y sobre todo Vicente Gómez y Tana. El vasco debutó en Getafe, donde fue titular, pero hasta la llegada de Setién no había encontrado continuidad, lo que ha mandado a Dani Castellano a la grada. El franco-marroquí y Vicente habían disfrutado de minutos este curso con el técnico catalán, pero no habían sido titulares y con Setién ya llevan tres apariciones seguidas en el once. Y el caso de Tana es el más asombroso, pues ha pasado de la grada a la alineación sin pasar por el banquillo. Con todo, Las Palmas de Setién ya sabe el camino, tiene a sus tripulantes VIP en cabina y se ha puesto en marcha con la salvación como destino.

Hay centro del campo

En esta transición uno de los grandes méritos de Setién es el de consolidar un centro del campo que aporte estabilidad al equipo. Había unanimidad en el entorno de la UD en que el plantel que había preparado el club era insuficiente después de la lesión de Javi Castellano y el fichaje frustrado de Pape Diop en la última semana del mercado. Esa parcela del terreno parecía un solar y Herrera trató de recolocar a Wakaso y Culio, pero ninguno de ellos se adaptó del todo, así que Hernán estaba demasiado solo en la plantilla como mediocentro posicional.

Esa inseguridad en la fiabilidad de su centro del campo trastocó los planes del técnico del ascenso, que apostó por poblar la zona y la defensa para que el equipo no sangrara con el salto de categoría. Hubo notables actuaciones defensivas, sobre todo en los campos grandes, pero la UD no encontraba la manera de hacer daño a sus rivales. La manta se quedaba corta, a los amarillos les costaba generar ocasiones y el equipo se descosió definitivamente en aquella goleada en Getafe que le costó el cargo.

Quique Setién sí ha dado con la tecla juntando a Vicente Gómez con Roque Mesa en el doble pivote y los dos han disputado los 270 minutos. La solución la ha encontrado, además, sin Hernán, el centrocampista con características más defensivas del plantel. El de Zárate fue titular en el Santiago Bernabéu, donde cumplió e incluso marcó un gol, pero ante la Real Sociedad dejó entrever Setién que para los partidos de la misma liga de los amarillos prefiere a un doble pivote y un mediapunta.

Con Vicente y Roque ha hallado Setién la fórmula de dar orden al sistema defensivo y criterio al juego ofensivo de la UD. Son el corazón del nuevo tablero, los hombres que definen la nueva idea. Pero el cambio con la llegada del cántabro toca todos los frentes de la UD. Hasta en la portería hay nuevos automatismos. El titular sigue siendo Javi Varas, pero el andaluz tiene la orden de sacar el balón jugado y no se corta a la hora de arriesgar. De hecho, ha realizado varios regates al límite y en el Bernabéu un pase comprometido suyo costó el primer tanto del Real Madrid.

Matices para todos

Nadie se salva del nuevo aire que ha imprimido Setién. Incluso David Simón que es, junto con Pedro Bigas, el único que ha disputado los 990 minutos de la temporada. Antes, con tres peones por detrás tenía libertad para llegar a la línea de fondo rival cada vez que pudiera. Ejercía de torre, y lo hacía de maravilla, llegando al área contraria e incluso marcando un golazo en Balaídos. Ahora tiene que proteger más su espalda y está El Zhar en el extremo, por lo que sus apariciones son más esporádicas.

Los dos centrales siguen siendo Bigas y Aythami ya que Alcaraz continúa en la enfermería. Ambos están menos protegidos, pero ya se veía venir desde que Setién aterrizó. En su presentación avisó el cántabro que la defensa de tres centrales no era acorde a su visión del fútbol. Daba miedo el panorama ya que con defensa de cuatro la UD había naufragado en Vigo y en Getafe. Sin embargo, con sus centrales atinados gracias a un mayor orden colectivo la UD ha logrado dejar la portería a cero en dos de los tres últimos partidos.

Completa la defensa Javi Garrido a pesar de que Dani Castellano no había hecho méritos para salir del once. El vasco debutó en Getafe, donde estuvo tan mal como el resto del equipo, pero Setién le ha dado confianza y mejora poco a poco.

Y por delante del doble pivote aparecen tres fichas indispensables, los encargados de marcar las diferencias. Jonathan Viera es el único que se mantiene en el once de la línea de mediapuntas. Y el de La Feria antes ejercía con más libertad de movimientos. Sin embargo Quique Setién le pide más tajo sin balón y él responde aunque pierde presencia. La contrapartida es que cuando entra en contacto con el cuero tiene a más compañeros a su alrededor dispuestos a asociarse y marcar diferencias.

Uno de ellos es Tana, la referencia en la mediapunta. Desaparecido para Herrera, el nuevo técnico le ha dado un papel protagonista y él está cumpliendo con clase y mucho sacrificio. En la banda derecha El Zhar es el agitador, la pieza más vertical del ataque amarillo. Entre todos tienen la misión de acompañar a un Sergio Araujo que perdió la etiqueta de indiscutible en el Bernabéu pero despertó ante la Real Sociedad.

Seis piezas sin minutos

Así, hay cuatro jugadores que han perdido una gran cuota de protagonismo tras la llegada de Setién. Es el caso de Culio, Wakaso, Hernán y Dani Castellano. El de Zárate fue titular en Madrid, pero antes nadie le tosía en la lucha por un puesto. Mientras, entre Culio, Wakaso y Dani Castellano solo suman una presencia en el banquillo. Raúl Lizoain, David García y Asdrúbal completan la lista de piezas sin minutos en el ajedrez de Setién.

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