Salomón Rondón, el 2 de septiembre de 2009, era aún un misterio. Contratado un año antes por la Unión Deportiva Las Palmas, el rendimiento del delantero venezolano en su temporada de debut en España fue mohíno. Jugó diez partidos, sólo fue titular en tres ocasiones y no marcó ni un solo gol. Las dudas sobre la capacidad del atacante de Caracas, con esos números, eran tangibles hasta que la Copa del Rey se cruzó en el camino del futbolista de La Vinotinto: el 2 de septiembre de 2009, con Sergio Kresic como padrino en el banquillo y ante el Cádiz como rival, Rondón descorchó la botella. Marcó dos goles, lideró el triunfo del equipo grancanario y trazó en el suelo el punto de partida de una carrera brillante en Europa. Ahora, seis años después de aquella explosión, en el club amarillo confían en que el torneo del KO se convierta en un salvavidas -como fue para el nueve venezolano- para jugadores que, hasta el momento, no han brillado o no han gozado de protagonismo sobre el césped.
Piezas como William José, Asdrúbal o Garrido -las bajas por lesión han descartado de esta ecuación a Wakaso y Alcaraz- tendrán mañana, a partir de las 21.00 horas (Canal+Liga), una oportunidad para reclamar algo de atención y, en caso de brillar, un hueco habitual en las alineaciones posteriores de la Unión Deportiva, que abre otra participación en la Copa del Rey ante un clásico: la Real Sociedad.
La secuencia ha sido habitual durante las últimas campañas en la rutina de Las Palmas. Jugadores que apenas entraban en los planes del entrenador de turno o que se incorporaron tarde a la disciplina amarilla -sin poder completar la pretemporada- aprovecharon el torneo del KO para levantar la mano, destacar y reclamar su sitio en el once titular.
Rondón, en 2009, inició una senda que luego, en ejercicios anteriores, también trazaron futbolistas como Vicente Gómez, Thievy, Hernán, Apoño, Aranda, Masoud, Roque Mesa, Casto o Marcelo Silva. Hasta un entrenador, Sergio Lobera, tomó aire gracias a la Copa del Rey. Fue en 2012, justo tras un inicio de Liga para olvidar. Las Palmas sólo fue capaz de firmar un triunfo en las primeras diez jornadas del campeonato y el técnico aragonés -con Onésimo a la espera de una derrota, y la posterior llamada de teléfono, para tomar las riendas de la plantilla- se jugó el puesto de trabajo ante el Racing de Santander en una eliminatoria resuelta a un solo partido.
En una noche de lluvia, con apenas 5.000 espectadores en la grada que mostraron su apoyo a Lobera -y, de paso, su rechazo a Juanito-, la UD perdía 1-2 en el minuto 90. Momo, de penalti, llevó el duelo hasta la prórroga y allí, en el tiempo extra, el equipo amarillo ganó 4-2 e inició una racha de casi tres meses sin perder.
Esa misma temporada, Thievy dejó detalles de su explosividad en una ronda previa de Copa y Hernán, tras una lesión, se coló en el centro del campo tras brillar en un torneo en el que dos años antes, por ejemplo, Vicente debutó en el José Zorrilla de la mano de Jémez. El mediocentro, en su estreno, marcó un gol y dejó parte de los detalles que a final de campaña le convirtieron en titular indiscutible -ya con Juan Manuel Rodríguez en el banquillo-.
En 2013, en Sabadell, Aranda, Apoño y Masoud jugaron su primer partido con la UD en el torneo del KO y la temporada anterior Casto se puso bajo palos, por primera vez, ante el Mallorca. Así es la Copa, un salvavidas para muchos futbolistas.
