Sesenta días en el universo del verso. Dos meses y un libreto de acero. Un viaje en 'clase business' hacia la perfección. Setién (Santander, 57 años) aterrizó en la Isla el 19 de octubre y hoy, en Barcelona, en la previa de la 16ª jornada, respira a la caza de la salvación. Por el camino ha cosechado tres triunfos y se ha especializado en la revalorización de activos. Ha logrado esquivar la maldición de los centrales -la lesión en la rodilla de Bigas fue el día más crítico- con maestría.

El pulso diabólico de mañana (17.15 horas, Canal Plus Liga-Abono Fútbol) ante el Espanyol en Cornellá- El Prat simboliza el gran salto. Está en juego abandonar la zona de descenso y encadenar tres resultados positivos -entre Liga y Copa del Rey-. Sería la primera vez, con el cántabro en el banquillo, que la UD abandona la zona de peligro (ha estado en la zona roja las siete jornadas con Setién y dos con Paco Herrera). Nueve partidos, 810 minutos y la recuperación de Vicente. El primer acierto de la 'era Setién' fue rescatar de las tinieblas al arquitecto. A sus 27 años, y en su sexto año consecutivo, por fin, el '4' ve la luz. Suma 756' con Setién, fue titular en ocho de los nueve duelos del cántabro. A las victorias ante Real y Betis en Liga, cabe añadir el pase en Copa tras fulminar a los donostiarras -con triunfo en la Isla y tablas en Anoeta-. Willian José, con dos goles, pide paso; Asdrúbal, ha pasado de la nada a agitador. Garrido, Hernán y Vicente han jugado de centrales. Nili, del filial, es la sombra de Simón. Nauzet ya cautiva con su toque mágico. Y Valerón es eterno. Las piezas encajan, con Tana como tornado y Viera como monarca de magia con goles portentosos como en Mestalla. Todo en sesenta días de latidos.