Una vez superado el mercado de invierno la UD Las Palmas pone su futuro en manos de Quique Setién. Ya no hay más turnos de palabra para que la dirección deportiva y el club refuercen la plantilla. Esto es lo que hay. Toda la confianza se ha puesto en el técnico cántabro, que tiene a sus órdenes a 23 jugadores que responden a su estilo de juego innegociable y que está dando sus frutos. Son más de dos por posición dentro de su sistema ideal y no tendrá que dejar demasiados jugadores en la grada cada fin de semana, una de sus principales preocupaciones.
Se ha salido con la suya el técnico, que se ha ganado la confianza en sus más de tres meses en el cargo gracias al buen juego del equipo y también a los resultados. Ahora tiene una plantilla que se acerca mucho a lo que él deseaba. Había pedido para este mercado de invierno a un centrocampista y a un defensa central, así como reducir la plantilla. Aunque solicitó la baja de algún jugador más, la gran mayoría de sus deseos han sido atendidos por la entidad.
Así, para sustituir la lesión de Vicente Gómez llegó Ángel Montoro, que no jugaba en Segunda División pero al que el técnico conocía a la perfección y que no tardó en ser titular. Y para completar el centro de la zaga aterrizó Mauricio Lemos, apuesta más de la dirección deportiva que del cuerpo técnico pero que cuenta también con su aprobación.
En el capítulo de bajas la opinión del entrenador también se impuso. Asdrúbal Padrón, que tenía el respaldo de otros sectores de la entidad y de una gran parte de la afición, fue cedido al Leganés. A Juan Culio no le había encontrado hueco en su dibujo táctico y ese fue el punto de partida para que uno de los líderes del vestuario, y que tenía una magnífica relación con el presidente y con el propio entrenador, se marchara sin daños colaterales, sin generar fracturas. Mientras, Antolín Alcaraz era incapaz de salir de la enfermería.
El técnico gana los debates
Si en el mercado de verano a Paco Herrera no se le escuchó su principal demanda, la de incorporar a un mediocentro, a Setién si se le ha hecho caso a la hora de no traer a un delantero. Fue un episodio de mucha tensión y que alcanzó su punto álgido con unas contundentes declaraciones del técnico en rueda de prensa: "Tener a 25 jugadores es el primer germen que puedes meter para coger una enfermedad", aseguró el técnico el pasado sábado, unas 48 horas antes del cierre del mercado. Al club, que había mostrado desde diciembre, admitiendo el interés en Thievy, su intención de fichar un delantero, le llovían atractivas propuestas como las del nigeriano Ikechukwu Uche -que ha acabado en el Málaga-, el senegalés Ibrahima Baldé o el portugués Hélder Postiga, pero todas fueron rechazadas debido a la negativa del entrenador.
El cántabro ya tenía como aval la 'recuperación' de Tana y Vicente Gómez, dos jugadores que gustaban en el club pero que no contaban con el favor del entrenador. Y al final la entidad ha vuelto a confiar en él en cuestiones importantes y en las que había debate como las de no fichar a un jugador más y en acceder a la petición de Culio de marcharse, que fue iniciativa del jugador pero que a su vez alivia la amplitud de la plantilla.
No son los únicos movimientos que ha tenido el entrenador en cuanto a número de efectivos en este mercado de invierno. A las tres bajas y a las dos altas hay que sumar una lesión de larga duración, la de Vicente Gómez, así como las recuperaciones tras un gran período en la enfermería de Pedro Bigas y Ángel López. También ha reclutado en las últimas semanas a David Ramírez, portero del filial, para entrenar con el primer equipo mientras que Dani Lorenzo se ha marchado al Mensajero de Segunda B. Y Jefté Betancor, máximo artillero de Las Palmas Atlético, se está acostumbrando a trabajar en Barranco Seco, donde su rendimiento en los entrenamientos llama a la puerta de la continuidad en el primer equipo. Los dos se suman a Nili, el joven con más minutos esta temporada con Setién.
Así, Setién contará con dos jugadores como mínimo por posición, siendo la línea defensiva y la de mediapunta los que más candidatos tienen. En el centro del campo y en la delantera el número de efectivos es más reducido, pero el técnico confía en el propio Jefté y en la polivalencia de hombres como Momo o Bigas para cubrir cualquier imprevisto. De hecho el de Las Torres ya completó este domingo una buena actuación en el mediocampo junto a Roque y Tana. Juan Carlos Valerón también ha ocupado ese rol, una variante más en la plantilla de Setién.
Una idea y muchas alternativas
Ese es el corazón de esta UD Las Palmas, un órgano que luchará por sobrevivir a otra herida: las lesiones de Vicente Gómez, del hombre que vino a sustituirle y la marcha del jugador que ocupaba su sitio para darle descanso. El domingo ya jugó el equipo amarillo sin esos tres en la segunda parte y le queda al menos un partido más hasta recuperar a Hernán. Y en ese tramo de encuentro ante el Celta de Vigo se recompuso y demostró que la idea está por encima de los jugadores e incluso del sistema. Fue una prueba de madurez que aprobó la UD con nota.
En la plantilla de 23 jugadores con la que encarará el equipo el objetivo hay variantes, por tanto, para llegar a buen puerto. Una de las últimas que ha salido a la luz es la de Willian José. El brasileño ha enriquecido la propuesta de Setién con su corpulencia y su físico, características que usa la defensa amarilla como vía de escape. Ante la presión de los rivales, una medida habitual en cada partido, juego directo para Willian. Su misión, además de marcar goles, es oxigenar la salida de balón del equipo, una alternativa que Sergio Araujo no estaba ofreciendo. Lucha la posición con el central de turno, pelea el balón, lo baja y lo entrega para dar continuidad a la jugada. Es una bendición para los riesgos que estaba tomando la UD en la salida de balón.
En esa faceta tendrá ahora Setién otro refuerzo de lujo, pues Pedro Bigas es el central más capacitado de la plantilla para sacar la pelota limpia. El equipo ha echado de menos al mallorquín, que volvió a jugar el domingo y a buen nivel. Además, el central contratado, Mauricio Lemos, también tiene entre sus virtudes una técnica que le capacita para la idea de Setién. Con todo ello tapona la UD una de sus principales fuentes de autodestrucción, pues muchos errores en la salida de balón le han costado goles en contra.
Un once que toma forma
El regreso de Bigas amenaza la continuidad de la pareja del ascenso y que venía aprobando durante este mes. David García ha cumplido con mejores -Celta- y peores días -Levante- mientras que Aythami Artiles ha mantenido su regularidad de esta temporada. Completan la zaga un David Simón que tendrá que competir con el regreso de Ángel López y en la izquierda un Dani Castellano en línea ascendente. El gemelo es en las últimas semanas el puñal que era Simón por la derecha en el comienzo de la temporada. Javi Garrido, que ha ganado confianza con sus buenos minutos como central, esperará su turno.
Todos ellos son los encargados de proteger una portería en la que Javi Varas resiste a los buenos partidos de Raúl Lizoain. Al grancanario le ha servido la Copa del Rey para seguir creciendo y demostrar que está preparado para Primera División. Sin embargo, la experiencia de Javi Varas, salvador por costumbre, es intocable.
Mientras el centro del campo aguanta la compostura a pesar de tantas ausencias, gracias sobre todo a un Roque Mesa imperial, la mediapunta es la línea con más variantes. Hay hasta siete jugadores para tres posiciones y dos de ellos parecen ya tan indiscutibles para Setién como Javi Varas. Es el caso de Jonathan Viera, máximo goleador del equipo, y un Tana que no para de mejorar. En la mediapunta ha sido el elegido siempre por Setién en Liga desde que llegó con la única excepción del Bernabéu.
Wakaso ha sido su acompañante en los dos últimos partidos ligueros, pero en el costado derecho perdió fuelle frente al Celta. Es la demarcación en la que más cambios ha habido durante la temporada, pues ahora Wakaso y antes El Zhar y Momo tuvieron continuidad en esa línea. Nauzet, con minutos el domingo, es otra opción. Valerón, mientras, espera su oportunidad después de sus lecciones de magisterio en Copa.
19 puntos por delante
El futuro de la UD Las Palmas reside en las piernas de estos 23 jugadores y en la cabeza de Quique Setién. La suerte está echada. Ellos son los elegidos para lograr la permanencia del equipo amarillo después del tortuoso camino de regreso a Primera. Son los hombres que tienen que permitir que el club insular siga progresando en su modernización, que la entidad siga percibiendo los máximos ingresos posibles para facilitar la tarea de cerrar el Estadio de Gran Canaria y allanar el camino hacia una Ciudad Deportiva. Todo eso se juega la UD Las Palmas en los 16 partidos que restan tras el cierre del mercado de invierno. Con 21 puntos en el bolsillo, quedan al menos 19 para pelear la permanencia. La UD va por el buen camino.
