La UD se lo pasa pipa

La Unión Deportiva Las Palmas descorchó anoche un partido de calado para pasar por encima (4-0) del Getafe CF, sumar tres puntos que valen un potosí en la carrera por eludir el descenso a Segunda División y enjugar una deuda que mantenía desde octubre. 19 partidos después del hundimiento en el Coliseum Alfonso Pérez que provocó el despido de Paco Herrera, tras completar una vuelta entera de competición para purgar la pena, el equipo de Quique Setién le devolvió ayer al conjunto azulón el 4-0 encajado en Madrid hace cuatro meses. Ganó bien la UD, con la autoridad que da el buen fútbol y los goles. Y lo hizo a partir de su estilo propio, sin tener que vender su alma al diablo. Venció y, además, se lo pasó pipa.

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Hace semanas que la Unión Deportiva no va de farol. Tocó fondo en Vallecas ante el Rayo en una noche de invierno para olvidar, pero desde entonces le ha pillado el tranquillo al curso. Firmó sesenta buenos minutos en el Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla, plantó cara frente al FC Barcelona, le pintó la cara a la SD Eibar en Ipurua y anoche, en plena dinámica positiva, se merendó a un Getafe CF anémico y con muy mal color. No hubo discusión. Ganó el equipo de Quique Setién porque fue mejor en todo: con la pelota al pie, al contragolpe, por el orden que impone en sus filas, al defender, por ganas, al marcar el ritmo y el estilo de juego, por disposición táctica y por lo que hiciera falta.

Cuando el Getafe CF entendió de qué iba la vaina, Las Palmas ya le había birlado la cartera. No había pasado nada sustancial. Casi no había transcurrido tiempo para que el partido se abriera como un libro y mostrara su trama cuando el conjunto amarillo golpeó primero. No le costó nada al representativo grancanario. Al trote, casi a la velocidad con la que se compite en un bolo veraniego, se plantó cerca del área rival. Tomó el balón, lo acunó al pie, atacó por la banda derecha, pim, pam, pum y gol. Así de fácil, así de sencillo.

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La jugada del 1-0 la culminó Willian José en el centro del área. Lo hizo con un sobresaliente en cualquier examen para delantero centro. Pescó la pelota a unos metros de la portería, de primera, remató y puso el esférico en un punto del arco que jamás alcanzaría Guaita con su estirada. De diez. Pero antes del remate del delantero centro, la acción tuvo su miga. Atacó la Unión Deportiva por la banda derecha. Por allí, sin prisa, sin que ningún rival hiciera mucho por estorbar, se asociaron Tana y Momo que, entre toque y toque, despejaron el camino por el carril a David García. El capitán, de oficio lateral derecho, subió la banda como una locomotora, centró y Willian José la empujó para firmar el tanto (min. 7).

Un rival moribundo

Entre la inercia por el buen fútbol desplegado en las últimas comparecencias, la debilidad de un Getafe CF moribundo y el marcador a favor, Las Palmas parecía un cohete que cruzaba el universo a la velocidad de la luz al lado de una estrella que se apaga lentamente. No se descompuso el equipo de Setién por nada. Ni siquiera le alteró la enésima lesión del curso. Wakaso -feliz desde hace tiempo en el extremo izquierdo; capaz de contagiar esa alegría desde su posición- se tuvo que retirar en el minuto 15 por un problema muscular. El internacional ghanés dejó su puesto a El Zhar y el movimiento no alteró el mecanismo de un grupo que ha encontrado su lugar en el mundo.

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Con el equipo a velocidad de crucero desde hace semanas, Setién apenas tocó la alineación. El técnico cántabro programó una única variación en el once con respecto al que presentó el viernes en Ipurua. Momo entró en juego y El Zhar se quedó en el banquillo. Con ese cambio en el extremo derecho, todo lo demás se mantuvo en su sitio: David García se mantuvo en el lateral derecho -pese al regreso de David Simón a la convocatoria-, Aythami y Bigas fortalecieron el tándem que forman como centrales, Garrido ocupó el lateral izquierdo; Roque Mesa ejerció de mano del rey en el centro del campo -con autoridad de orden y mando-, Tana y Jonathan Viera mezclaron en la mediapunta; y Willian José fue el elegido en punta.

Sobre esa base, la Unión Deportiva trituró al Getafe CF porque el triángulo que forman Roque Mesa, Tana y Jonathan Viera funcionó como una máquina de precisión. Ahí, en el centro del campo, donde todo se cuece, entre los tres despacharon fútbol de alto nivel para sacudir a Las Palmas, un equipo que ha optado por ser consecuente con su personalidad para salir del pozo: juega a partir de la pelota y, después, todo lo demás. Ataca, se ordena, contraataca, se repliega y defiende a través de los movimientos del balón.

La jugada que acaba en el 2-0, obra de Jonathan Viera tras un penalti de Lacen por mano dentro del área, explica a la perfección a la Unión Deportiva. La acción arranca en campo propio, justo en la frontal área que defendía Javi Varas, con un robo de balón de Tana. A partir de ahí, intervinieron otros siete futbolistas del equipo amarillo: Willian José, Momo, Roque, Aythami, Garrido, El Zhar y Viera. Entre el punto de partida y el final, combinan doce pases con 19 toques en 32 segundos. Una obra de arte ante un adversario rendido.

Marcó Jonathan Viera de penalti (2-0, min. 28) y poco más se supo del Getafe CF, un equipo que viaja en caída libre desde hace tiempo. En el Estadio de Gran Canaria, el conjunto azulón sumó su séptima derrota consecutiva y presentó síntoma de ruina. Nada más empezar la segunda mitad, un tramo del duelo con opción de reválida tras una primera parte para olvidar, Tana firmó el 3-0 con una maravilla: recibió, dentro del área, un pase de Jonathan Viera y, sin más opciones, se inventó un giro -al dejar pasar el balón entre sus piernas-, se dio la vuelta y fusiló a Guaita (min. 48).

El césped se convirtió entonces en una autopista para medir a dos equipos que compiten ahora mismo a dos velocidades diferentes y que viajan en direcciones opuestas: la Unión Deportiva vuela hacia la permanencia y el Getafe va proa al marisco. Tana, con el 4-0 (min. 84), selló esa tendencia.