Juan Carlos Valerón habló de valores, de sus principios humanos, de su especial relación con Dios y sobre todo de fútbol, su pasión. A la hora de resumir su carrera se mostró orgulloso: "Me voy en paz, he cumplido con todo lo que soñé de pequeñito en Arguineguín". Además de sus condiciones como futbolista, contrastadas notablemente a lo largo de su fructífera carrera, el mito también se ha forjado en torno a una personalidad que lo convierten en un rara avis dentro de un deporte súper profesionalizado en el que los egos superan muchas veces lo terrenal.

Mostró su "inmenso agradecimiento" por las muestras de cariño que ha recibido durante su carrera deportiva y que sigue recolectando desde que anunció su retirada, de su afición y la de otros campos, todos en los que pisaba este gentleman del fútbol y de la vida.

Juan Carlos Valerón también recordó aquellos valores que su padre, ya fallecido, les inculcó a él y a su familia. Una figura que reconoce que "ha influido mucho en mi vida". "Cuando iba a verme jugar de pequeño, le quitaba importancia a los detalles futbolísticos, nunca hablaba en términos del juego, sino de comportamiento", dijo el ya ex jugador de la UD Las Palmas, quien añadió que "mi relación con Dios y la familia" han fortalecido aún más esos valores de la infancia.

Si en esos términos se expresaba en relación a aquellos momentos de la niñez, donde forjó ese carácter bondadoso, a la hora de hablar de futuro tras su retirada el de Arguineguín, el nuevo capitán de honor amarillo, reconoce que aún lo tiene todo muy fresco: "En estos momentos todavía no soy capaz de desconectar y cambiar el chip. No me he planteado el futuro, aunque seguro que seguiré vinculado al fútbol. Existen varias opciones. Ahora toca descansar, mi futuro está aún por perfilar, habrá que esperar un poquito".

Juan Carlos Valerón intentó describir con palabras lo que sintió en el encuentro contra el Athletic en el Estadio de Gran Canaria, el último de su dilatada trayectoria futbolística. Cuando llegó el momento de abandonar el césped, lo hizo "saboreando el momento y disfrutándolo con mi gente, con los compañeros, con la afición...". "He tenido la satisfacción de haberme podido despedir de amarillo, donde empecé como profesional", dijo.

Sobre cuál fue el momento en el que decidió poner punto final a su carrera, el de Arguineguín reconoció que se produjo la semana antes de anunciarlo. Declaró que, cuando llegaban los últimos meses de la competición en estos años pasados, "te haces la pregunta, reflexionas y valoras". Reconoce que esta vez "habló con la familia y con los compañeros" y no obtuvo una respuesta válida a esa cuestión.

Fiel a la prudencia que siempre le ha caracterizado, no entró a valorar el mejor momento de su carrera profesional: "Todo forma parte de algo, sólo puedo decir que he sido un afortunado por lo que he vivido y estoy feliz de ello". Tampoco se mojó a la hora de destacar el entrenador que más le marcó: "Con todos he tenido una buena relación y de todos recibes influencias, entre otros Cúper, Ranieri, Irureta, Pacuco Rosales, Juan Manuel Rodríguez o el mismo Paco Santana, que lo tuve cuando llegué al juvenil de la UD del Arguineguín. Sería injusto elegir a uno, porque todos han sido importantes para mí".

También habló Juan Carlos Valerón de su experiencia en la selección española, con la que participó en el Europeo y en el Mundial de Japón y Corea, donde anotó un gol. "Es lo más bonito que te puede pasar". Dice no sentirse frustrado por no poder coincidir con esta generación de futbolistas que con Luis Aragonés y Vicente del Bosque ha dado la mayor gloria futbolística a España, y recalca que Camacho fue "pionero" en apostar por jugadores de clase y no de "casta", y que se siente orgulloso de formar parte de aquel grupo.

Con esos jugadores y otros muchos de primer nivel mundial tuvo la ocasión de compartir terreno de juego, recordando aquella época del Deportivo, donde vivió días de gloria en la competición española tuteando a los grandes y en Europa, en la mismísima Liga de Campeones: "Los momentos que disfruté con aquel equipo no los olvidaré nunca".

También recordó el recibimiento hostil que tuvo por parte de la afición de la UD cuando regresaba con el Mallorca y el Atlético de Madrid, por cómo se había producido su salida del club: "Fueron momentos complicadillos. Ahora lo miro como un recuerdo pasajero. He tenido la ocasión de demostrar que no fue una decisión egoísta, sólo aproveché una ocasión de continuar creciendo como futbolista. La gente no entendió bien las razones de mi marcha, estaba confundida por lo que se dijo".

Valerón cree que, con su adiós, el fútbol canario no se queda huérfano, echándole piropos a Vitolo, David Silva y Jonathan Viera. "Estoy seguro de que pronto varios jugadores de la UD irán a la selección". El Flaco sigue defendiendo su modelo: "Prefiero perder que conseguir la victoria de una manera que yo no creo que es la correcta. Me gustar ganar, pero no de cualquier forma".