De un tiempo a esta parte se utilizan las expresiones 1.0, 2.0, 3.0 y ahora incluso 4.0 para describir los enormes pasos que da y está dando la humanidad en torno a internet. El mundo avanzado está girando alrededor del ciberespacio, de elementos que no se tocan y solo existen en las redes. El término lo usó por primera vez la informática Darcy DiNucci en 1999, aunque no fue hasta 2004 cuando el también informático y empresario de éxito en el sector Tim O´Reilly fue más allá para usar el término 2.0 y popularizó esta expresión.
En la actualidad los expertos coinciden en que internet está en la era 3.0, que define la transformación de la red en una base de datos en la que se crean y comparten contenidos accesibles por cualquier usuario. Y en esa fase de crecimiento está ya la dirección deportiva de la UD Las Palmas, que ha pasado del 1.0 al 3.0 a una velocidad de vértigo.
Hasta cinco programas, herramientas y plataformas informáticas allanan su trabajo. El GesDep, el Media Coach, el Nac Sports, el Instat scout y el Wyscout son nombres que se usan cada día en el corazón de la sede del club, en las salas y despachos -que ya se están quedando pequeños- que más movimiento tienen durante estas fechas. En esos pocos metros cuadrados cuentan con informes, todos ellos informatizados y bajo secreto de sumario, de unos 1.100 jugadores y tienen acceso a partidos de todas las ligas del mundo.
Esta estructura y funcionamiento es el habitual en cualquier dirección deportiva de Primera División. Ocurre que el club amarillo tenía un déficit histórico en ese departamento que ha saldado en tiempo récord. Las prioridades eran otras en las temporadas anteriores y aún así, con recursos mínimos, el área encabezada por Toni Cruz ha tenido éxito con lo justo. El porcentaje de acierto en las decisiones del verano pasado fue asombroso y de hecho la UD fue el equipo que mejor utilizó sus recursos económicos.
Una actualización necesaria
Desde el ascenso, con las arcas en un mejor estado de salud, el engranaje de la dirección deportiva se ha puesto a la altura de la categoría del equipo. La modernización se completó en diciembre y ahora el departamento afronta un verano que no tiene nada que ver con el del año anterior. Para tomar decisiones que son clave en el futuro del equipo y del club dispone de más tiempo y, sobre todo, de más personal y de más información. Si en el verano pasado el departamento era un solar tras la salida de Nico Rodríguez y a la espera de Luis Helguera, ahora Toni Cruz está más y mejor acompañado al frente del área.
Además de con el secretario técnico -que llegó en las semanas previas al cierre del mercado veraniego-, Cruz cuenta con un equipo de dos analistas que trabajan en las oficinas del club, los canarios Carlos Comas e Israel Brandon, así como seis ojeadores en la Península y otros dos en Sudamérica, el mercado fetiche del club. Todos a tiempo completo trabajando por y para la UD Las Palmas.
"La gran diferencia con años anteriores es a nivel de personal, lo que nos ha dado mucha más información. Los programas de análisis y de bases de datos los teníamos, pero al estar en Segunda había muy poco personal. No trabajábamos con la tranquilidad que da el nivel presupuestario que tenemos ahora. Había que echarle mucha imaginación y mucho trabajo. El año pasado tuvimos poco tiempo y nada de personal, estaba yo solo", explica Toni Cruz.
"Todo esto existía desde hace dos años, Carlos Comas hizo trabajos concretos para la dirección deportiva y yo utilizaba mucho a los alumnos del CETUD, que me daban información de manera indirecta. Hubo un parón con Nico Rodríguez, que tenía una fórmula menos modernizada, apuntaba todo en papeles y no quedaba nada en el club. Ahora el trabajo es mucho más fresco, preciso y con una dimensión más amplia", añade el director deportivo.
Ojeadores a tiempo completo
Esa cantidad de información la aportan sobre todo los ocho ojeadores, que son los que comienzan el proceso desde abajo. Y ellos los coordina Luis Helguera: "Los ojeadores siguen los partidos in situ, tanto profesionales como juveniles, cada fin de semana, y luego entre semana ven partidos de ligas extranjeras, vuelcan los informes a la base de datos que hemos creado para el club. Es de donde sacamos toda la información", detalla el secretario técnico.
Los ojeadores no cubren siempre a los mismos equipos. De esa manera cuando aprecian informes positivos de un jugador y de diferentes ojeadores se activan las alarmas. Si además el jugador en cuestión se ajusta a las necesidades del equipo y a las condiciones económicas del club se convierte en potencialmente fichable. La siguiente fase pasa por un exhaustivo análisis de los propios Toni Cruz o Luis Helguera, incluso in situ, como ocurrió con Hélder Lopes.
Suena obvio, pero esa estructura tan básica no la tenía la UD Las Palmas: "Cuando llegué valoré mucho la gestión que habían hecho en estos últimos once años con la deuda tan grande que tenían. El club tuvo que invertir mucho para quitarse esa deuda y ahora está invirtiendo en instalaciones y en material humano. Es lógico el camino que se está recorriendo, lo primero era lo primero y ahora poco a poco se está armando lo demás. Todo se está haciendo con mucho sentido común", continúa el gallego. "De no tener nada a tener todo, esto es un paso muy grande. La clave del éxito es tener toda la información posible para no fallar en los fichajes", indica el gallego.
"Hay unas 24 o 25 ligas controladas, incluso alguna de África y Asia. Sudamérica y África son mercados que se adaptan bien a nosotros, pero valoramos todo, como Segunda e incluso Segunda B porque los buenos jugadores pueden estar en cualquier parte", incide Luis Helguera. "Es una mecánica de diferentes filtros y fases. La búsqueda es de jugadores emergentes, que es nuestro mercado, y normalmente en competiciones emergentes: Sudamérica, Segunda e incluso Segunda B", coincide Toni Cruz.
"El día que nos vayamos tenemos que dejar cosas, dejar un trabajo realizado. Y para ello hay que utilizar los medios que tiene el club. Miguel Ángel Ramírez es muy sensible a dotar de medios tecnológicos y de personal al club, de generar patrimonio y de tener su propia estructura. La llegada de Luis ha sido fantástica. Es una persona con mucha pasión y capacidad para adaptarse", explica Toni Cruz. "Los ojeadores y analistas son los que nos dotan de información y los que nos hacen buenos a Luis y a mí. Nosotros tenemos que mostrar nuestro rostro, ser dianas de las alegrías y de las tristezas, pero son los anónimos los que facilitan desde el primer momento la toma de decisiones", añade.
El sudor de los invisibles
Uno de esos anónimos es Carlos Comas, que a sus 50 años es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y entrenador nacional. Es su tercera etapa en la UD Las Palmas tras un paso en 1997 como preparador físico y otro en 2010 como analista, tiempo en el que puso en marcha el Media Coach. Desde diciembre está a tiempo completo y Toni Cruz se deshace en elogios hacia él. "El trabajo que hace aquí lo hacen cinco o seis personas en otros clubes", valora el director deportivo.
"Tratamos de atacar cuatro áreas fundamentales: el adversario, el pospartido nuestro, el análisis en tiempo real y el scouting, que es el análisis de jugadores de fichajes potenciales, un análisis individual del que se ocupa sobre todo Israel", comienza Comas, enlace más cercano entre la dirección deportiva y el cuerpo técnico. "Tú no puedes darle al entrenador tantos y tantos datos, hay que filtrarlos y canalizar toda esa información para facilitarle el trabajo todo lo posible", continúa.
Los vídeos, al periodista Maldini
Israel Brandon completa el personal dependiente de la dirección deportiva que trabaja día a día en la sede del club. De 40 años, es informático y también entrenador. Lleva unos 20 años trabajando directa o indirectamente para el club. Empezó llevando el marcador del Insular y también ha trabajado digitalizando y resumiendo partidos de rivales. "En la época de Fernando Vázquez le pedíamos los vídeos al periodista Maldini", destaca. "Luego vino la concursal y desde que llegó Paco Jémez de menos a más estoy haciendo este trabajo", resume. "Pero entonces no estaba formado el departamento ni esta metodología. Ahora ya hay unas pautas del entrenador y de la dirección. Antes se hacía más a lo loco, menos organizado", continúa.
"El trabajo que me corresponde es el tema individual, tanto de nuestro equipo, como de los rivales. Tengo que observar, por ejemplo, las señales que hacen los rivales que tiran las faltas o los córners, por dónde tiran los penaltis... preparamos unos informes de lo que ha pedido el entrenador a nivel individual. Y luego está la parte que coordina Luis Helguera, el seguimiento de jugadores potencialmente contratables. Hago un estudio completo de los jugadores que me mandan basándonos en los informes de los ojeadores. Se hacen informes tanto de la parte futbolística como personal", detalla mientras señala un cajón gigante en el que están, bajo llave, decenas de informes de los jugadores que tienen actualmente en la agenda.
Es el secreto mejor guardado. "Para ver los vídeos de estos jugadores fichables tenemos una nube a la que solo tenemos acceso nosotros, la dirección deportiva y el cuerpo técnico. En este momento hay unos 105 partidos", explica. Así es la modernización de la UD. Tener multitud de información y compartirla en el ciberespacio, aunque solo entre ellos. Es la versión 3.0 de la dirección deportiva.
